Guillermo Toledo Monsalve, el superhéroe de las almas afligidas, más conocido como Willy Toledo, además de ser actor, productor de teatro, miembro del grupo Animalario; de haber estado nominado a un sín fin de premios y no haber conseguido nada más que uno; es también activista reconocido tanto por apoyar a organizaciones de izquierdas, como por sus polémicas declaraciones políticas.
Su formación académica teatral pasa por haber estado estudiando teatro en un instituto estadounidense; un país donde se cohabita con toda naturalidad con el comunismo. Quizá por ello en sus últimas declaraciones ha llegado a decir que en Cuba, lugar donde reside presume de pagar 1,20 euros por agua, luz y gas en su casa de La Habana.
Desde hace un año reside en La Habana donde según sus palabras los derechos por los que él lucha en España, allí los tiene consolidados desde hace cincuenta y tres años. Derecho a salud, educación, vivienda, cultura y elementos energéticos básicos como luz, agua y gas.
Olvida este animador de marcha atáxica decir que un peso cubano equivale a 0,72 euros y el salario medio es de 20 dólares al mes. Que Cuba es un país pequeño pobre, sujeto al bloqueo financiero y comercial de los Estados Unidos.
Le falla la memoria cuando no menciona que la relación salario-precio de los bienes y servicios no guardan relación. Sirva como ejemplo el desabastecimiento de desodorante en la oferta de productos esenciales.
Cierto que con la llegada de Raúl Castro al poder los salarios han mejorado pero al mismo tiempo se han eliminado gratuidades y se ha disparado los preciso; lo que ha provocado más miseria entre los cubanos.
A la Central de los Trabajadores de Cuba y a la Asamblea del Poder Popular, el Partido Comunista, les ha prohibido hablar del tema de los bajos salarios.
Con el salario medio mensual, los altos precios en productos de primera necesidad un trabajador y su familia sólo puede mal vivir, aproximadamente, durante una semana.
Para poder alcanzar una vida digna, y que los salarios aumenten, es necesario generar riqueza, producir más, modernizar el sistema de producción; de lo contrario sólo podrán repartir polvo y telarañas.
Tal vez, el Robin Hood del siglo XXI, Willy Toledo quiera que en España volvamos a la época de la post-guerra, de la Cartilla de Racionamiento y del Auxilio Social.
Como diría Buda “ El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato”.
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