La crisis generada por la pandemia ha dejado entre otras cosas, un número cada vez mayor de víctimas por casos de fraude informático. Especialmente en España, que se ubica como el quinto país en el mundo, donde ocurren con mayor frecuencia este tipo de delitos.
El acceso a nuevas tecnologías, el uso frecuente de plataformas digitales como medios de intercambio y el teletrabajo, han favorecido la incidencia de este tipo de acciones fraudulentas, debido al número de transacciones que han migrado al entorno digital.