Horas y horas caminando. Entre el sonido de la radio miles de pensamientos abordan mi mente. Pienso en los protagonistas de los que debaten horas y horas en las diferentes emisoras. Trump, Elon, demócratas, republicanos, Gaza, Israel, izquierda y derecha. Y a la conclusión que llego es la misma. ¿Tanto trabajo para llegar a este punto?
Que la extrema derecha esté gobernando ya en EEUU. Europa le haya abierto la puerta e incluso los conservadores de Alemania, que se han visto en un cisma interno por acordar con la extrema derecha, demuestran que ha faltado educación en el mundo.
Europa tiene dos tareas muy importantes. Yo diría que primordiales. Por un lado arrinconar a los partidos que defienden postulados intolerantes, intransigentes y clasistas. Esto sólo se puede hacer mediante la educación. Más historia contemporánea no sólo en las aulas. En cualquier pueblo conferencias, charlas, talleres… para que todo el mundo sepa lo que supuso el Franquismo, nazismo, el fascismo y la dictadura de la URSS. Que se sepa diferenciar claramente entre ser progresista o conservador, pero demócrata, de lo que es ser totalitario. Es una tarea difícil, pero no imposible. Ellos tienen el control digital pero puerta por puerta, barrio por barrio, pueblo por pueblo y ciudad por ciudad debe correr el conocimiento. Saber diferenciar entre postulados demócratas (conservador o progresista) de postulados totalitarios y autoritarios es de vital importancia. Por otro lado la Unión Europea debe volver a sus valores iniciales de luchar con unos objetivos y valores comunes. No se puede dar un discurso y luego actuar de otra forma. No se puede ser cómplices de actitudes anti-demócratas y totalitarias. El mundo no puede mirar hacia otro lado en asuntos como los de Palestina. El silencio respecto a lo de Gaza es el gesto de mayor complicidad con un genocidio desde que los alemanes guardaron silencio respecto a los campos de concentración. Cuando todo esto pase no podrá nadie decir que no sabía lo que allí sucedió.
Algunos dicen que es abrir heridas. Sin embargo más bien es cerrar el paso a las ideologías fascistas y totalitarias. Considero que el silencio es el caldo de cultivo para que resurjan los intolerantes. Que el miedo nunca fue seguridad en una dictadura. Que el miedo no fue nunca respeto. El terror a ser señalado nunca será orden. Una buena educación en casa da valores. Unos buenos conocimientos no sólo dan sabiduría, sino que abre mentes estrechas.
Cuando en tiempos pretéritos no se hablaba de determinados temas porque levantaban ampollas no dejaban de existir, simplemente se omitían. No hablar de golpes de estados, genocidios, guerras civiles o mundiales… no quiere decir que no existieran, pero se le da pábulo a los negacionistas a montar su versión alternativa y eso no lo puede tolerar una sociedad demócrata.
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