Desde que la Jueza del carrito, con todos mis respetos hacia la Jueza Alaya, se hizo cargo del caso de los ERES en Andalucía, el Gobierno de la Junta, los Sindicatos y la prensa afín están en pie de guerra. Día sí y día también la Magistrada se desayuna no con brotes verdes sino con adjetivos y comentarios amargos.
La jueza requiere al Parlamento Andaluz los diarios de sesiones porque cree que existen indicios de delito. Cree, Mercedes Alaya, que los diputados conocían de antemano lo que estaba ocurriendo en el tema de los Eres.
La Fiscalía Anticorrupción recurre la decisión de Alaya de investigar al Parlamento Andaluz porque entiende que la Intervención General “ no tiene ni competencias ni funciones sobre la labor encomendada a las Cámaras legislativas, ni estatal ni autonómicas, estando dicha materia fuera del ámbito de competencias y funciones definidos" en el artículo 11 del Real Decreto 256/2012 de 27 de enero por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
Ante esta petición , el Presidente del Parlamento Andaluz, ha respondido solicitando “respeto institucional” y alegando que la dignidad de los andaluces y andaluzas se ha visto vulnerada, por que han sido ellos los que han elegido a sus representantes.
A tenor de las palabras pronunciadas por Manuel Gracia se diría que los andaluces y las andaluzas han confundido el Parlamento Andaluz con un secadero de Jabugo, y en vez de elegir a sus representantes políticos han elegido a sus chorizos pata negra.
La guinda del pastel la ha puesto la fianza solicitada a Magdalena Älvarez, ex-consejera de Economía y Hacienda de la Junta , durante el mandato de Manuel Chaves; y Ministra de Fomento del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Esta decisión ha producido urticaria en más de un político andaluz que no ha dudado en salir a la palestra en defensa de tan insigne política.
De ahí que Manuel Chaves haya tildado de afán justiciero la labor de la Jueza. Que en España existan ni-ni de veinticinco años ya es triste; pero que existan ni-ni de sesenta y ocho es vergonzoso. A menos que Manuel Chaves tenga algo que ocultar y se resguarde del chaparrón bajo el paraguas del Congreso de los Diputados.
Otro de los muchos políticos desaparecido en combate, y que ha salido a la palestra a la velocidad el rayo, en defensa de Magdalena Álvarez ha sido Manuel Pezzi El que fuera Consejero de Medio Ambiente y de Educación, en la etapa de Chaves. El hasta ayer compañero de Magdalena Álvarez en el Gobierno de la Junta y hoy Diputado nacional no ha dudado en decir que la Jueza Alaya “ desbarra”, que esto “ sólo se le puede ocurrir a una persona enferma “; y que se trata de “una conspiración”. Lo único que le ha faltado añadir que es una conspiración judeo-masónica. Vade de retro, Satanas.
Y en toda esta ensalada, fregado o como gusten llamarlo que hay montado en Andalucía no podía faltar la voz del experto periodista, gran gurú de la información y paladín de causas perdidas. Y a fé de todos que ha aparecido en la figura de Iñaki Gabilando, que ha descrito a la jueza como “bulímica y jurídicamente ansiosa”. En cualquier sentido que se le quiera dar a la frase, personal o judicial, Gabilondo, ha sido poco ético y muy sectario. Insultos y despropósitos tales no conduce a nada, a nada que sea bueno.
Y para acabar de rizar el rizo ha comentado que “ la jueza Alaya está llevando su mirada muy lejos cuando plantea que no sólo se juzgue al que infringe una ley sino también al que hizo la norma que se incumplió”. Es de suponer, que a diferencia de la Jueza Alaya, Iñaki Gabilondo goza de una excelente salud tanto física como psíquica.
Guárdese la Jueza Alaya que el calendario litúrgico marca tiempo de Cuaresma y la pueden crucificar. Pedro negó tres veces a Jesús, el Colegio Oficial de Jueces ni tan siquiera se ha pronunciado ante tales insultos hacia su colega.

































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