¿Por que me abatanan de esta manera?

"Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda",  dijo Martín Lutero. Eso ha debido pensar el muy execrable y muy  Deshonorable Jordi Pujol cuando ha comparecido ante el Parlamento de la Generalidad.

Llegaba al Parlamento, entre abucheos, dos horas antes de su comparencia. Su propósito era defender a capa y espada, táctica errónea porque en Cataluña ya no se celebran corridas de toros, que el dinero escondido en el calcetín de Andorra provenía de una herencia.

Parte de los grupos parlamentarios requieren que Pujol replique de manera individual a las preguntas que se le formulen pero el ex presidente decide responder de forma genérica; hasta ahí podía llegar la broma, contestar de uno en uno.

Pujol se reitera en su intención de dar explicaciones, entona el mea culpa con la siguiente frase “  Las críticas no serán más duras que las recriminaciones que yo mismo me hago» y hace un panegírico de la figura de su padre.

Salen a la palestra, por parte de los diputados, el caso de Banca Catalana, el del Palau de la Música, le instan a presentar documentación que avale que el dinero proviene de una herencia, se le acusa de elevar la hipocresía política a la enésima potencia, aparece la financiación de los partidos políticos, el no haber pagado impuestos de parte de su fortuna durante 30 años, que el deterioro que su actuación ha supuesto para la política catalana y el catalanismo, el líder de Ciutadans, Albert Rivera, le aclaró que ha perdido su liderazgo moral y ha llegado el tiempo de la justicia y no el momento del perdón.

Tanta ignominia hace que al  impresentable se le agota la paciencia, se sienta vejado, piense que de desagradecidos está el mundo y la emprenda lanzándose verbalmente contra los diputados.

El  no ha sido un político corrupto, nunca ha recibido dinero a cambio de decisiones políticas o administrativas, sólo ha cobrado mi sueldo de Presidente, el dinero en el extranjero puede ser reprobable pero su origen es legal, se dedicó a trabajar por Cataluña para hacer de ella una gran Nación cuando pudo haber consagrado su vida a reunir la “colección de cromos de la liga de fútbol catalana”, no entró en política por dinero, replica que “ «No puedo entrar en esta especie de causa general», deplora la “falta de audacia” de determinadas cosas que han sido mencionadas;  alude que él a diferencia de otros políticos “ha tenido respeto por el Parlament, y mucha gente no.

Ante tanta incontinencia verbal es lógico que a Jordi Pujol se le borrase de la memoria que su consuegro también exigió sus tres por ciento correspondiente en un lingotazo urbanístico.

Al parecer el padre de Mercé Gironés exigió su tres por ciento reglamentario por la compraventa de unos terrenos  en Hospitalet cuyo importe de venta ascendía a treinta millones de euros.  

Según la Udef  los propietarios de la fincas  afectadas , pertenecientes a la sociedad Focio, tenían problemas al haber sido éstas declaradas inundables.  En ese momento alguien les insinúa que si las venden al Grupo Copisa, sociedad controlada por los Pujol, su problemas se zanjarían.

Siempre según el informe de la UNEF, se admitió que hubo "intermedicación" y se pagaron "honorarios" al padre de Mercé Gironés. Eso sí, del 1%.

 Otro de los actores protagonista de este “sainete” y que olvida Jordi Pujol es Felipe González. Pujol se puso en contacto con González y debió decirle parte de la letra de la canción “Échame un mano primo….” Porque el ex presidente socialista llegó a decir el 5 septiembre que “Pujol no era un corrupto”. ”. En palabras  de Felipe González, la confesión del político catalán se debía más a “una operación de cobertura hacia los que tiene debajo”.

Declaraciones que no han sentado nada bien entre sus compañeros de partido. A Pedro Sánchez, flamante Secretario General del Partido Socialista,  le faltó tiempo para declarar que Pujol “sí había incurrido en corrupción”.

No hay que olvidar, señor Pujol, que “Hasta la supervivencia de una banda de ladrones necesita de la lealtad recíproca” que diría Antonio Genovesi; porque según Dick Armey “ Hay tres grupos de personas que gastan el dinero ajeno: los hijos, los ladrones y los políticos.”