En la noche perdida de los tiempos el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, amenazaba con intervenir a aquellas Comunidades Autónomas que no cumpliesen con los objetivos de déficit: “Vamos a ser inflexibles en la consecución del objetivo de déficit y con que cada comunidad corrija y cumpla con sus obligaciones”. El ministro se lo creyó y las Comunidades aludidas lo pusieron en solfa.
Pero hete aquí que Cataluña no sólo es la más entrampada, y las más tramposa, sino que además su hipoteca crece y crece como la mata de habichuelas del cuento que creció tanto que las ramas se perdían de la vista.
Montoro no tiene tanto arrojo y valor como Juan, protagonista del cuento, y cuando Artur Mas empezó a lanzar órdagos y brindis al sol, papa Estado en la figura de Montoso se echó a temblar. El niño se ha salido de madre –pensó-, se nos ha ido de las manos y ahora se ha convertido en un monstruito.
Y ante semejante dilema del Ministro de Hacienda, Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, le echa una mano al cuello. Se mete en camisa de once varas y publica un artículo en donde da a entender que todos estamos en contra del Fútbol Club Barcelona y el caso Neymar y su presunto fraude a la Hacienda Pública. Justifica su intervención con estas palabras "no es sólo un activo fundamental de la Marca España", sino también un "club polideportivo de referencia".
Con activos como éste la Marca España puede convertirse en un pasivo a la velocidad del rayo.
La referencia tampoco es baladí, pues si demuestra que ha habido fraude, todos podemos ser paladines de nuestra marca personal y estafar a la Hacienda Pública.
Miguel Cardenal tiene claro que nadie cree que los más allegados al Barcelona hayan sustraído cantidad alguna; y que el Club tiene por norma cumplir con la Ley. Pues, nada ser Cardenal a presentar pruebas evidénciales y no circunstanciales.
¿Formará parte de las competencias de un presidente del Consejo Superior de Deportes crear polémica y ser un problema para España y para los españoles?
Lo único que necesita el Gobierno era salir en una tertulia deportiva gracias al señor Cardenal, uno de los muchos adláteres del ministro Wert.
Habrá que recordarle a Miguel Cardenal que la sabiduría popular funciona y, además, muy bien. Y hay un refrán que dice: “No te metas donde salir no puedas”.

































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