Que tiempo tan feliz

Que tiempo tan feliz es el título de una canción cuya letra fue escrita por Matt Monro Iyrics. Eso debe estar pensado ahora Jordi Pujol, ¡que tiempo tan feliz! cuando él era el Honorable, aunque no supiera muy bien el significado de Honorable, y demasiado bien  el concepto de su puesto, y gobernaba como buen déspota, porque no se puede esperar que el despotismo esté del lado de las buenas causas. 

Ahora que el Honorable, como dijera Ramón Gómez de la Serna está “El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo”, en compañía de Rodríguez Zapatero, ha recordado que como bien “pagao” tenía por ahí, de vacaciones, un “puñao” de parné.

Tirando de  filmoteca  encontramos aquella famosa pregunta que Jordi Pujol tuvo a bien lanzarle a Susana Griso en su programa Espejo Público; ¿ qué coño es la UDEF?. Pues la UDEF, Honorable, es la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, la que debió investigarle, junto con otros compañeros de profesión, hace mucho tiempo.

No se puede achicharrar al personal a diezmos, alcabalas, tercias reales, excusado, primicias, portazgos, pontazgos, millones, sisas, mangas y capirotes para bien vivir en la vejez, a costa del esfuerzo de muchos ciudadanos honrados y trabajadores. Ya se sabe que muchas personas gastan un dinero que han mal ganado en comprar cosas y voluntades que no quieren ni siempre convienen para impresionar a personas que no les agradan.

Y ahora que ya poco le puede acontecer, el Honorable, se arrepiente. Para que sirve el arrepentimiento, si con eso no se borra nada de lo que ha sucedido; es mejor cambiar. Y si cambia, Honorable, y junto con usted, todos los de su ralea, pues devuelvan a las arcas del Estado, que es tanto como decir de todos los españolitos y españolitas, lo que tan gentilmente ha sustraído que dará para pagar buena parte de los  intereses de la deuda que nos han dejado.

Ignora, tal vez, Jordi Pujol que las personas olvidarán lo que dijo, pero nunca como las ha hecho sentir.

Como diría Confuncio. “Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae."; y  habría que añadir que “muchísimo convierte a una familia en un infierno y al que lo disimula o distrae en un impresentable”, y debe ser puesto cuanto antes ante la justicia, que ésta no debe ser divertida ni retardada en su ejecución por respeto ni parentesco.

¡Ay, el pasado!. Cuando el pasado te llame no lo atiendas que, a lo peor, te puede amargar el futuro.

En fin, el mundo se está quedando sin genios: Einstain murió, Beethoven se quedó sordo, y a mí me duele la cabeza.