Para unos es la Almoneda, el Mercadillo, el Barato, las Rebajas, las tiendas se Segunda Mano, para los políticos que son muy leídos e instruidos, por algo son los que llevan las riendas de un país, es simplemente su modus vivendi y operandus
MercadeandoObjetivo CLM - Lucía Ballesteros Para unos es la Almoneda, el Mercadillo, el Barato, las Rebajas, las tiendas se Segunda Mano, para los políticos que son muy leídos e instruidos, por algo son los que llevan las riendas de un país, es simplemente su modus vivendi y operandus. Tan doctos son sus ilustrísimas que han terminado por convertirse en estultos. Por ello han tenido a bien mortificar a los estoicos españolitos de a pie con una epidemia de elecciones en este glorioso año de 2015. Y llevados de su arrobamiento en pro del bienestar de todos los ciudadanos, han sacado lo mejor de ellos mismos, han montado los tenderetes a su gusto y conveniencia, y se han puesto manos a la obra para ver la forma en la que todos pueden tocar pelo y alzarse con la gloria del poder. Pablo Iglesia insigne profesor de la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto que no es lo mismo predicar que dar trigo; y se ha visto en el brete de desdecirse en la promesa de garantizar una renta mínima. Las bases, que casi siempre suelen estar muy lejos del vértice de la pirámide se le han subido a las barbas y han decidido convocar un referéndum para enmendarle la plana a la dirección del partido. Como Podemos, hacer casi de todo, y además Queremos y nadie no los impide porque hemos sido los descubridores de la Democracia, muy amablemente invitamos a que se retire del Partido el Secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos, asesor de Izquierda Unida, asesor del gobierno venezolano, sencilla y llanamente porque la Organización del Partido estima que está desgastando al partido; que Pablo Iglesias, ahora, ni conoce ni sitúa geográficamente a Venezuela; el líder de Podemos ha llegado a decir que “Monedero sí ha colaborado con Maduro. Yo no”; y, por último, teme ser castigado en una primarias. En el Partido Popular la corneta ha tocado zafarrancho de combate y se han convertido en sucedáneo de Mortaledo, Filemón y la T.I.A. De un lado los “Sorayos”, Jorge Moragas, los hermanos Álvaro y Alberto Nadal,, a Alfonso Alonso, titular de Sanidad; e incluso, algunos citan a Cristóbal Montoro, con Soraya Sainz de Santamaría a la cabeza. De otro José Manuel García-Margallo, Jorge Fernández Díaz, Ana Pastor, José Manuel Soria, Miguel Arias Cañete, Rafael Catalá, Isabel García Tejerina, y Pedro Morenés, seguidores de Maria Dolores de Cospedal. Y en vez de intercambiarse cromos se lanza torpedos directos a la línea de flotación del contrario para ver quien completa antes el álbum de los desatinos y se hace con escaño aunque sea en la cima del Everest. Ciudadanos cloquea que el Partido Socialista Obrero Español de Andalucía, el que se iba a llevar las elecciones de calle, a juicio de Susana Díaz, y que aún no sabe qué hacer con tanto poder obtenido, ha aceptado su decálogo contra la corrupción y van a empezar a dialogar, que no a entenderse, de momento siguen apostando por el no a la investidura. Juan Marín, líder del partido en Andalucía ha declarado: "Somos un partido serio que cumple sus compromisos y que estamos demostrando que pueden cambiar las cosas si ponemos por delante los intereses de los ciudadanos a los de los partidos políticos". Ezquerra Unida que está más perdida que Adán en el Día de la Madre, con el buen tiempo se ha puesto a hacer limpieza general en la Comunidad Valenciana y a encontrado unas cintas grabadas en el año 2006 donde, al parecer, Alfonso Rus, estaría contando billetes junto a Marcos Benavent, ex-gerente de Imelsa dentro de un coche. El importe sería de doce mil euros en comisiones procedentes de un constructor de pisos de renta libre. ¡Ah! estos políticos si de vez en cuando levantaran las alfombras y abrieran las ventanas no se les vería tan claramente el plumero. Ahora toca sacar los muertos del armario porque hay elecciones y porque no son nuestros sino de otros. Cuentan que en una ocasión, le preguntaron al Primer Ministro Británico, Benjamín Disraeli, sobre la diferencia entre una desgracia y una catástrofe. Disraeli contestó, lo entenderá usted enseguida “ Si Gladstone, Primer Ministro Británico perteneciente al Partido Liberal, cayera al río Támesis sería una desgracia; pero si alguien lo sacara del agua, eso sería una catástrofe. Esta anécdota bien podríamos aplicarla a nuestro país y a nuestros políticos, si algunos desaparecieran de la escena sería un infortunio pero si alguien pretendiera rescatarlos del ostracismo sería catastrófico. Pues más parecen mercaderes usureros que gobernantes idóneos para servir los intereses de su país y los de sus ciudadanos. |
Agregar comentario