El sanctasantórum de la mente humana

​Coexistimos en la era de los magnos descubrimientos, de los avances tecnológicos, de la comunicación global pero algo debemos estar haciendo tremendamente mal cuando nuestra mente se bloquea, se enroca, nos hace infelices y busca en su parte más recóndita y tenebrosa la felicidad revistada de apariencia engañosa

¿Qué puede llevar a una persona a realizar ero algo debemos estar haciendo tremendamente mal cuando nuestra una acción suicida y la par crear tanto dolor en la vida de otros seres humanos?. Tal vez pudiera ser ese afán desatado, por no se sabe qué fuerzas, que el ser humano tiene de destacar como persona muy cualificada e imprescindible para cualquier actividad. Ese afán que enaltece tanto su ego que lo convierte en un torrente sin rumbo, en el rugir de la marabunta, y que como hormigas guerreras lo arrasan todo.

Lo hemos podido comprobar, una vez desgraciadamente, en el terrorífico accidente aéreo de estos días. Honor, gloria y gratitud a los vecinos del pequeño pueblo que se han puesto a disposición de las familias golpeadas por la tragedia y de los miembros que forman parte del operativo de rescate y acompañamiento. No han tenido en cuenta nacionalidad, religión, color de piel, idioma, condición social. En su ética hemos encontrado la caridad en el más alto nivel de la conciencia humana.

Y el desprecio más absoluto a todos aquellos que con su vileza ha demostrado ser dignos de toda repulsa. Han invertido de forma ignominiosa una de los siente pecados capitales: contra pereza, diligencia.

Son perezosos para construir una unidad con respeto, con esfuerzo, con generosidad, pero son monstruosos a la hora de aplicar la diligencia.  Así hemos podido ver en las redes sociales twitter de esta guisa: “ Vale, lo voy a decir yo, pero media España está pensando que ojalá los 45 apellidos españoles sean catalanes, vascos y panchitos”. ”.  He ahí un gran intelectual arrogándose el sentir de casi veintitrés millones de españoles de todas las edades. Acabamos de encontrarnos con un troglodita viviendo feliz y contento en su caverna donde ninguna fatalidad puede tener acceso. ¡ Hay cada engendro por ahí que…. ¡.

Otro diligente  filosófico, docto y erudito ha sido Eduardo Garzón, hermano de Alberto Garzón, que se apresuró a escribir en su cuenta de twitter: “Maldita sea esta sociedad capitalista donde una compañía aérea antepone el beneficio empresarial a la seguridad de los pasajeros.”. Con tanto discípulo de La Ilustración, ¿quién necesita pararse a reflexionar aunque sólo sean cinco minutos?.

Con estas líneas queremos manifestar nuestro apoyo y cariño a todos los que se fueron y, de manera muy especial, a todos aquellos que  continúan haciendo su camino en la vida pero ya con sus seres queridos en el recuerdo.

Nuestro epílogo lo ponen las frases de dos poetas, Paolo Coelho “ Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquello que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer”.

Y José Luis Borges: “ Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada.

Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad”.