Ave que vuela, a la cazuela

Nuestro refranero es sabio y uno de sus refranes dice “ Ave que vuela,  a la cazuela”; o lo que viene a ser igual que decir que las ocasiones de oportunidad para conseguir cualquier cosa la debemos aprovechar sin dar demasiadas vueltas ni rodeos. También se puede decir que todo es aprovechable.

También podríamos hablar del  Procedimiento de Inteligencia Artificial  donde según las Teorías con representación matemática de amplia difusión , tendría su espacio dentro del campo de la Pragmática, que viene a señalar que “ Sólo es verdadera aquella hipótesis que posee alguna utilidad práctica”. Ejemplo de ello “ Ave que vuela,  a la cazuela”.

Filosofía que han debido estudiar muchos de nuestros políticos en profundidad y con excelentes calificaciones; pues han sabido gestionar mejor sus negocios particulares que la realidad de sus cargos y de su país.

Los últimos, si es que con nuestros representantes, se puede seleccionar este término,  han sido el ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos y el expresidente, de tan felices momentos vividos por el país, José Luis Rodríguez Zapatero.

Parece ser que el ladrillo tanto monta, monta tanto; lo mismo sirve para hundir en la miseria a una nación como para hacer multimillonario a quien lo gestiona.

Fue gracias a la constructora ECISA  Miguel Ángel Moratinos  donde descubrió su filón de oro tras  el honor de haber sido Ministro de Asuntos Exteriores de España, para poder pasar después a Ministro de Asuntos Propios.

Así, a partir del 8 de noviembre de 2011, Yolanda Parrado, directora de Casa Mediterráneo empieza una correspondencia “amorosa” vía e-mail, con el embajador de Qatar para que le consiguiera varios contratillos para de esta suerte ganarse algunas “perrillas” para su jubilación. 

Otro que se ha agregado al club de los grupos de presión es el contador de nubes. Y así entre saltito y saltito de una nube a otra realiza un inciso, se reúne con su amigo Miguel Ángel Moratinos y se van de gira con el Imserso; pero no a Benidorm sino a paraísos más exóticos y a veces hasta contraproducentes.

No buscan como Indiana Jones  “El Arca Perdida”, van en pro de hacer negocios y llenarse sus bolsillos.

El viaje a Cuba de los “amigos del alma” ha puesto de los nervios al gobierno de Rajoy.

Según parece José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos llevan meses convertidos en asesores e intermediarios de grandes compañías españolas. Los más cercanos a José Luis Rodríguez Zapatero niegan, como San Pedro, que esas actividades sean ciertas. El Séneca español sólo se dedica a formar parte del Consejo de Estado por haber sido Presidente del Gobierno. Así va el Estado.

Miguel Ángel Moratinos, por su parte, nunca ha negado sus trapicheos ilegales e inmorales.

Del calor y color de la isla cubana se trasladaron a Guinea Ecuatorial, añadiendo a la expedición al nada despreciable José Bono, perejil de todas las salsas. En ese viaje Zapatero sostuvo una reunión con el dictador de la antigua colonia, Teodoro Obiang.

Moratinos para estos viajes utiliza pasaporte diplomático que es más cómodo, más barato y abre más puertas. Los tres mosqueteros persiguen a toda costa negocios relacionados con el petróleo, el gas y el sector inmobiliario.

 El petróleo es una de las principales fuentes de riqueza de Cuba y la mayor fuente de ingresos de Guinea Ecuatorial. Además Guinea Ecuatorial ofrece un camino muy lucrativo en el campo del mobiliario urbano necesitando farolas, semáforos, bancos y todo tipo de equipamientos.

Durante su mandato José Luis Rodríguez Zapatero nunca visitó Bolivia, sería porque tenía una agenda supercompleta. Ahora que ya está algo ligera y harto de contar nubes, trabajo que debe ser tremendamente aburrido, ha visto la luz, y nunca mejor dicho, gracias al petróleo y gas boliviano.

Y hasta Bolivia ha puesto rumbo donde ha sido  investido Doctor Honoris causa por la Universidad Mayor de San Andrés y ha celebrado un almuerzo, junto con Miguel Ángel Moratinos, con el presidente boliviano, Evo Morales.

Posiblemente todos estos encajes de bolillos no terminen aquí  a buen seguro que todavía quedan muchos politicastros zafios que saltarán a la palestra con alguna que otra lindeza como estas.

“Pueblo ingrato” qué no sabéis valorar a vuestros gobernantes, si son auténticas alhajas; lo mismo sirven para mandar que para robar, para un roto que para un descosido. Son  verdaderos semidioses, aguerridos, dispuestos a darlo todo por su Patria.

Son tan “magnánimos” con sus súbditos que cada vez se alejan más de ellos para que éstos tengan su propio espacio y se sientan libres.

Nuestros políticos nunca  comparan su jubilación con la de una viuda. No cotizan treinta y cinco años o más para cobrar su pensión, les basta con cotizar tres o seis años en función del cargo que desempeñen para alcanzar la pensión máxima. No tributan por el total del Impuesto Sobre la Renta, sólo lo hacen por el tercio. Colocan a sus amiguitos como asesores de no se sabe bien qué y con sueldos que para sí desearían los técnicos más cualificados. Disponen de casi cinco meses de vacaciones al año (48 días en Navidad-enero, unos 17 en Semana Santa —a pesar de que muchos de ellos se declaran laicos— y unos 82 días en verano). Cuando cesan en su cargo cobran durante dieciocho meses el ochenta por ciento de su salario. Son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público.

Si el fondo, pero que muy en las profundidades, hasta vamos a empezar a tomarle cariño a todos, a los conocidos y a los que nos faltan por conocer.