Entonces ¿Qué es eso del certificado de eficiencia energética?

La eficiencia energética de un edificio es _lo dijimos en un anterior artículo_ un indicador de lo que éste contamina al calentarlo y enfriarlo. Resulta que del total de CO2 emitido a la atmósfera, cerca de un 30 % es generado por las calefacciones de nuestros edificios. Es por eso que, desde los 70, en que se comenzó a estudiar el fenómeno del calentamiento global y el efecto invernadero, ciertos paises _España entre ellos_ se han propuesto aumentar la producción de las energías llamadas “limpias” y reducir la emisión de las llamadas “fósiles”, las que emiten CO2. Las dos preguntas que se plantea el ciudadano interesado en que le rebajen el IBI son, en realidad, ¿qué es eso del certificado? y, sobre todo ¿cuánto me va a costar?

Como usuario ha de saber que para encargar un certificado deberá contratar un técnico certificador, quien visitará su edificio tras acordar una cita. No es posible realizar este tipo de certificado sin esa visita_ lo exige el Real Decreto 235/2013, de 5 de abril_ por lo que deberá desconfiar de aquellas empresas que le manden un checklist a rellenar por el encargante. Usted no es un técnico y si los datos recabados son erróneos corre el riesgo que su certificado obtenga una calificación inadecuada.

Una vez en el edificio, el técnico levantará un croquis de su envolvente: los suelos, las cubiertas, las fachadas, las medianerías y todos aquellos cerramientos en contacto con espacios no calefactados a través de los que la vivienda pierde energía. Determinará los elementos constructivos de la misma y el tipo de instalaciones térmicas de que dispone.

Acabada la visita, ya en su oficina, el técnico deberá levantar los planos de la vivienda determinando las superficies calefactadas de la envolvente, situándola según su correcta orientación y considerando aquellos obstáculos próximos susceptibles de arrojar sombras sobre el edificio. Las sombras actúan favorablemente en verano porque refrescan y reducen el consumo eléctrico de los acondicionadores, mientras que lo hacen negativamente en invierno, forzando mayores consumos de calefacción.

Con todos estos datos, y utilizando cualquiera de los programas informáticos reconocidos por el Ministerio de Industria y Energía, el técnico obtendrá la calificación energética y propondrá medidas razonables de mejora, es decir, aquellas reformas que como usuario, usted podría hacer para elevar la calificación energética de su vivienda.

Por último, para que el certificado tenga valor dministrativo deberá, previo abono de una tasa, registrarse en la Consejería de Industria de la Junta de Castilla-La Mancha, la cual le enviará en un plazo de dos a tres meses la etiqueta oficial correspondiente a la calificación obtenida.

Ahora, a la pregunta de cuánto puede costar este certificado, analice todo el proceso que conlleva su realización y compárelo, por ejemplo, con lo que podría costar una visita a domicilio de un técnico calefactor o de un electricista cualificado. Verá que los precios de mercado son muy competitivos. Piense también que una alternativa para abaratar costes sería que la comunidad encargase un certificado energético de todo el edificio, beneficiándose de ese modo todos los vecinos.

Fidel Piña Sánchez. Arquitecto.  www.fidelpina.wordpress.com