Ya está aquí, ya llegó, un año más en nuestras vidas, 365 nuevas oportunidades sin estrenar, para lo que quieras. Eso supone algo comprometido y es saber qué quieres hacer con ello. No siempre es fácil decidir qué hacer con las oportunidades que nos da la vida y, además, podemos incluso cambiar de opinión, de idea, e ir descubriendo nuevas ilusiones y nuevas pasiones.
Ese aspecto es algo a lo que no estamos acostumbrados. ¿Cuántas personas conoces que hayan cambiado su pasión a lo largo de la vida? Que hayan cambiado de trabajo, me refiero a un cambio suficientemente significativo; que hayan cambiado el lugar de residencia, de forma voluntaria, que hayan cambiado su idioma habitual de comunicación, etc. Parece que nuestra vida está programada para que, cuando hemos tomado las primeras decisiones, sea muy difícil cambiarlas, nos atrapan y dibujan una línea de continuidad, un círculo alrededor, del que resulta difícil salir.
¿Cuál es tu círculo actual? ¿Es el que quieres? ¿Te has parado a pensar en ello? Recuerda que tú tienes el poder de decidir porque solo tenemos una vida, como dijo Woody Allen, “solo se vive una vez, pero una vez es más que suficiente si se hace bien”. Y aquí estaría el quid de la cuestión: ¿qué es hacerlo bien? Eso, como tantas cosas en la vida, depende del punto de vista, de la opinión de cada cual. No obstante, hay una regla de oro que, en mi opinión, tendría que ser el aprendizaje más importante que deberíamos hacer; se trata de ser respetuosos y tolerantes con los demás, es decir, tratar bien al que tenemos delante (o al lado) y ser honestos con nosotros mismos. Esa mezcla de decir lo que pensamos y hacerlo con corrección y amabilidad, debería ser el culto a uno mismo que practicásemos cada día.
Dejar a un lado los convencionalismos en los que no crees, dejar de estar tan pendiente de lo que opinen los demás (siempre habrá alguien para criticar y opinar distinto, y tiene derecho a ello. Tú tienes derecho a que no te afecte). Dejar de pensar que estás en la obligación de hacer cosas que no quieres hacer, o de cumplir expectativas que, a veces, ni siquiera te han pedido que cumplas.
La vida de cada persona es única, diferente, tan simple o tan compleja como se quiera que sea, pero solo pertenece a su dueño o dueña y es su responsabilidad, especialmente cuando somos adultos. Vive tu vida a tu manera, sin ofender, sin agredir, sin perjudicar, sin imponer. ¿Quieres ocuparte de tu felicidad? Algunas claves: sonríe, si ya lo haces, sonríe más; agradece, haz favores, discúlpate cuando sea necesario (por ti, más que por el otro), no juzgues a nadie (cada cual es su único juez), escucha, busca ese algo bueno que hay en cada personas, da lo mejor de ti a los que más quieres, en vez de hacer lo contrario (por aquello de que la confianza …). Respétate y valórate cada día, tú eres lo más valioso que tienes.
catalinafuster.com | Psicóloga y Coach
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