Todo es mentira es un programa diferente, atípico, serio a la vez que bromista, pero si algo debe de reconocerle es que el nombre ya miente. No todo es mentira. Quizás sea un programa que dice demasiadas verdades para llamarse así.
Parto de la base de que la figura de Risto no me levantaba demasiadas simpatías. Soy heredero de OT y su paso como jurado me provocó un cierto rechazo hacía una figura así. Un producto publicitario que con el tiempo comprendí. Sin embargo su llegada a Chester me cambió la perspectiva.
Vivimos en un mundo donde todos nos llamamos progresistas, abogamos por la libertad personal y colectiva, pero la realidad es que no lo somos tanto. El mundo público debe de ser difícil, al menos más que el de un graduado en historia, camarero y aprendiz de analista social y político.
En el mundo público hay dos maneras de vivir. Una es con dignidad y otra pues vagando a través de favores o lametones. En el primer caso la dificultad es mayor. Vivir con dignidad supone ser altavoz de todas las injusticias, reflejar la realidad y dar información veraz, aunque sea a través de la informalidad. En el segundo de los casos la dignidad brilla por su ausencia, pero se suele vivir más placenteramente. En el segundo de los casos tenemos personalidad que se dedican a ejercer una profesión similar al NO-DO. Siguen creyendo que los ciudadanos son analfabetos y que todo se lo creen. En la actualidad habrá tontos y vagos intelectuales, pero no analfabetos. Las fuentes de información se han amplificado tanto y hay tantos profesionales que día tras día hay personas que se empeñan en quedar mal.
La guerra o discusión entre Eduardo Inda y el programa que presenta Risto llega a términos inusitados, es más, Inda que todavía debe de tener algún amigo debería de asesorarle para que no haga la guerra con armas de fogueo, al final el enemigo sabe que son de mentira. El resultado es un descrédito total, no sólo hacía él, sino también hacia su medio y sus trabajadores.
Con el programa sobre las cloacas del periodismo se desató la caja de pandora. La inundación de artículos contra Risto y su programa no hace nada más que hundir más aun en el descrédito al propio Inda. Me explico. Sobre todo aquello que se acusa al propio Risto, a su socio… en relación al BBVA, sobre afirmaciones que hizo en el pasado, así como señalar a una colaboradora por su pasado sentimental, no deja de ser nada más que una muestra de limitación profesional.
No quiero quitarle protagonismo al presentador, pero lo más deprimente es que siempre se busque en las relaciones sentimentales el auge de una mujer. Mientras de Risto no se habla de su vida sentimental en esta guerra, de Marta Flich sí. Es duro verlo desde una perspectiva femenina. Deprimente. Siempre están con lo mismo. Sin embargo no crean que no es menos duro verlo desde una perspectiva masculina o progresista. Como es una columna de opinión sólo puedo hablar por un servidor. ¿Acaso creen qué me importa con quien estuvo Marta, los amores de Risto, Miguel…? La verdad que no. Me importa cuando me empapo de información sobre qué periodistas estaban presuntamente untados para dar una información u otra. Pero la realidad es que el ataque sobre la vida sentimental siempre se encamina hacia la mujer y no sólo eso, sino que se da a entender que gracias a ello se consiguen metas profesionales. Y todavía dicen que los neandertales se extinguieron.
Lo triste es que los trapos sucios, que todos callan, hayan tenido que sacarlos un programa presentado por un publicista. Lo triste es que toda la trama alimenticia en residencias, hospitales, mercadeo de productos… lo haya tenido que sacar un cocinero. Lo triste es ver como en la sección de cultura no hay nadie del sector de la cultura. Lo triste es ver como en las tertulias no hay gente de diferentes profesiones que amplíen y den calidad al análisis. Lo triste es que la sociedad siga pensando que un chico que se acuesta con muchas chicas es un machote, pero si una chica lo hace es una zorra. Mientras la sociedad no comprenda que en la libertad personal todos somos iguales para disfrutar de los manjares de la vida seguiremos siendo una sociedad arcaica. ¿Acaso creen que me importa la vida sentimental de con quién me vaya acostar? ¿Acaso creen que me importa el pasado de una chica con la que vaya a empezar una relación? Sinceramente no. En el primero de los casos ambos somos libres de pecar. En el segundo el pasado no me importa, siempre digo lo mismo, mientras que estando conmigo me respete el pasado me da igual.
Quizás querido Risto, con Chester me hiciste cambiar de perspectiva, pero con TEM has corroborado que en OT fuiste un producto y no blanco precisamente. Porque entre broma y broma la verdad asoma y eso aunque duela a los neandertales de la información, a quienes creemos en una sociedad libre nos alegra el día.
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