La sociedad en general, así como en la vida personal de una forma concreta, todas las decisiones que se toman conllevan unas consecuencias. Esas consecuencias no se aprecian de manera inmediata, a veces pasa un breve periodo de tiempo, otras veces un espacio temporal medio y en gran medida de las veces los efectos se suelen observar a largo plazo. En este tipo de actitudes es donde se observan las personas que sólo buscan tener la recompensa a largo, medio o corto plazo. Quienes buscan los efectos a corto plazo suelen ser los primeros en alcanzar una parte del objetivo, creen que han conseguido su meta, pero han construido un camino pequeño y la cimentación suele ser débil. Sin embargo las personas que se marcan el objetivo a medio o largo plazo suelen construir caminos mejor estructurados y siempre con una buena cimentación.
Algo así parece haber sucedido en la sociedad interior, siempre se creyó que nada cambiaría que todo seguiría igual y es por eso que actualmente empiecen a existir los pueblos fantasmas. Los políticos no prestaron atención a los municipios pequeños, sólo eran núcleos de votos cada cuatro años, unos votos que decantaban gobiernos de comunidades, daban o quitaban la victoria en los Ayuntamientos y mantenían unas diputaciones cortijeras que de reojo miraban a esos municipios.
Pero hay que ser honestos, detrás de un político cobarde siempre había un empresario temeroso. Un empresariado, de determinados sectores, que veían la llegada de nuevas empresas, nuevas maquinarias, y por qué no decirlo, nuevos derechos sociales con mucho recelo.
Los nuevos derechos sociales acababan con esa cantidad de personas sin dar de alta que sectores como la agricultura o las tejeras acaparaban hace años, así como la propia hostelería. La llegada de empresas de producción hicieron temblar en los municipios a los caciques que temían perder trabajadores o tener que pagarles más, pero delante de ellos siempre había políticos cobardes que olvidaban que eran los obreros quienes los mantenían en el poder, y les fallaron. Pueblos enteros dedicados a la construcción de manera directa e indirecta que la crisis provocó gran parte de su abandono, pero sólo era importante visitarlos cada cuatro años, en campaña, luego ya no importaban. Estas decisiones provocaron a la larga un descontento social ante esos políticos que llevan varias décadas cobrando del erario público sin conocer lo que es ganarse el pan de cada día. Políticos que son incapaces de ver la calidad nefasta de algunos de sus representantes, pero que el amiguismo y el sistema maquiavélico que se sigue internamente no les hace ver que esas decisiones a la larga les traerán problemas. ¿Por qué? La respuesta es sencilla. La inoperancia de esos amigos incompetentes que son alzados con el objetivo de ser manejables nunca están a la altura, no se dan cuenta que en muchos municipios ha conllevado un estancamiento socio-político claro, algo que ha provocado que los jóvenes y no tan jóvenes hayan tenido que irse a otras comunidades o países para poder ganarse la vida.
La consecuencia de todo eso es un descontento social frente a la política que ha provocado la división del voto, pero la reducción de diputados en los partidos judiciales pueden provocar la pérdida de varias diputaciones que tradicionalmente han sido ocupadas por uno u otro partido. La consecuencia de todo eso es que muchos perderán sus sillones y podrán culpar a unos o a otros pero al final en sus cabezas deberán reconocer que las elecciones a corto plazo que tomaron para ningunear a unos y otros han provocado consecuencias tan nefastas como necesarias para la regeneración, renovación o eliminación de algunas tradiciones o alternativas.
Respecto al abandono de los pequeños núcleos no se debe sólo al aspecto socio-político nefasto que se ha ido perpetrando en la historia más reciente, sino que el aspecto económico también ha tenido y tiene un papel importante.
En los municipios pequeños existe un aspecto negativo y un aspecto positivo en cuanto al pequeño negocio se refiere. En primer lugar el positivo es que los alquileres, así como la compra de los edificios comerciales son de menos cantidad económica. Algo muy importante a la hora de comenzar, pero sin importancia en la evolución económica a largo plazo del pequeño comercio. A largo plazo la losa de los impuestos, el precio de la tarifa de autónomos, así como el precio de algunos productos, más elevados que en núcleos grandes, son una losa tan pesada que a veces provocan que el mismo negocio acabe triunfando en ciudades, pero no en los municipios. Es por eso que los propios políticos deberían algunas veces mirar esos aspectos que van asfixiando al pequeño comercio municipal y que con el tiempo si cierran provocan un mayor abandono municipal.
A veces olvidamos la esencia, España, mejor dicho sus políticos, olvidaron que la esencia de la estabilidad nacional residía por cuidar y mimar a los municipios pequeños, pero sólo vieron en ellos un núcleo de votos, las consecuencias son malas, pero seguro que pueden ser peores. Pueden ser más nefastas porque incluso las ayudas que se prometen por comprar la primera vivienda en un municipio pequeño, así como el empujón económico prometido para reformar casas de segunda mano son sólo palabras huecas en búsqueda de votos, a día de hoy.
Son muchos los que aman nuestros pueblos, nuestra comunidad, nuestro país con su cultura y sus tradiciones, pero sin olvidar de la evolución progresista que se necesita. Las fuerzas a veces escasean, la voluntad deja de ser de hierro y los sentimientos de amor dan paso a sentimientos egoístas que provocan el abandono de los núcleos pequeños. Unos núcleos que se empeñan en la construcción y la revitalización de lugares para nuestros mayores, pero que olvidan las necesidades, sociales, económicas, deportivas… de los jóvenes, unos jóvenes que acaban por irse dejando municipios donde sólo hay trabajo para la funeraria, el tanatorio y el enterrador.
España será un país con pueblos muy bonitos, llenos de historia, con corazones fuertes, pero carentes de oportunidades y sin personas si se siguen tomando las mismas decisiones.
Muy buen artículo David. La pura verdad. Totalmente de acuerdo.