El posible cierre del Circuito de Cartagena sacude al sector del motor: cancelaciones de eventos y pérdidas económicas>> La suspensión de eventos como el Burnrace y el Drive Fest Zafiro provoca un fuerte impacto económico y deportivo JLuis Martínez | Objetivo CLM Noticias El Circuito de Velocidad de Cartagena se enfrenta a un posible cierre tras la decisión del Ayuntamiento de Cartagena, que ha emitido un decreto suspendiendo su actividad por incumplir reiteradamente la normativa sobre ruidos. Este conflicto pone de manifiesto un enfrentamiento entre organismos públicos y un sector económico en crecimiento, como es el del motor y los eventos deportivos que giran a su alrededor. Objetivo CLM Noticias fue testigo, en el pasado evento de Eurocrew, donde pudimos comprobar el creciente auge de este deporte, tanto entre los participantes de toda España y nuestra región, como en la notable afluencia de seguidores, que continúa aumentando día a día. El pasado 2 de agosto, el Ayuntamiento de Cartagena otorgó a los responsables del circuito un plazo de diez días para cerrar de forma voluntaria, tras constatar las molestias que el ruido generaba en los residentes cercanos. Según los informes técnicos, los niveles de ruido registrados durante eventos con 40 motos o 32 coches superaban los límites permitidos, afectando zonas residenciales como el Polígono de Santa Ana o Pozo de los Palos. Aunque las denuncias de los vecinos habían llegado incluso a la Fiscalía, las investigaciones fueron archivadas en 2023, solicitando no obstante un mayor control por parte de las autoridades locales. Esta no es la primera vez que se ordena la suspensión del circuito. En los últimos tres años, el Ayuntamiento ha tomado medidas similares debido a la falta de aplicación de medidas correctoras por parte de los gestores del circuito. Sin embargo, este posible cierre podría tener consecuencias desastrosas para la economía local y el sector del motor en general, ya que el circuito es un referente en la organización de eventos deportivos y atrae tanto a pilotos como a aficionados de toda España. En respuesta a esta situación, el partido Movimiento Ciudadano (MC) solicitó en su día, que se declare el Circuito de Cartagena como de "Interés Estratégico Regional", a lo que trasladaron a la gestión del circuito la ampliación del plazo para subsanar los incumplimientos hasta el 30 de septiembre, alegando en declaraciones que el cierre representaría una nueva pérdida para la región en términos de riqueza, deporte y ocio. Cancelaciones de eventos: un duro golpe económico La incertidumbre sobre el futuro del circuito ha generado un impacto directo en los eventos programados para los próximos meses, destacando entre ellos el Burnrace, el Drive Fest Zafiro y otros eventos programados tan importantes como Volrace, junto a la penúltima prueba de Drift Spain. Al igual que Burnrace, Drive Fest Zafiro también ha sido cancelado cuando estaba previsto para celebrarse el 27 de octubre, debido a las restricciones impuestas por la normativa de ruidos. Los organizadores han señalado que esta cancelación no solo afecta a los asistentes, sino también a los promotores y al propio circuito, que depende de estos eventos para mantenerse operativos. Entre los afectados se encuentran pilotos reconocidos del drift como Rebeca Aramburu, Igor Derenko, Marc Huertes, Raúl Vicente Alfaro y Pedro García, quienes esperaban competir en estos eventos. George, otro reconocido del mundo del motor, también había confirmado su participación. Para Raúl Vicente Alfaro, oriundo de Albacete, la situación resulta especialmente difícil. El cierre del circuito supone un obstáculo adicional en un sector que ya de por sí exige grandes sacrificios a sus participantes, y que es aún más complicado en una región como es Castilla-La Mancha, donde las oportunidades en el mundo del motor son limitadas. El impacto económico es innegable. La cancelación de eventos supone pérdidas no solo para el circuito, sino también para los seguidores, aficionados y negocios relacionados. Los promotores estiman que la suspensión de estos eventos podría generar un vacío en la oferta deportiva y turística de Cartagena, afectando también al tejido empresarial que depende del sector del motor. Un futuro incierto A pesar de la controversia, el futuro del Circuito de Cartagena sigue siendo incierto. Los vecinos afectados han celebrado las medidas adoptadas por el Ayuntamiento, mientras que el sector del motor pide alternativas que permitan compatibilizar el desarrollo de las actividades deportivas con el respeto a las normativas vigentes. Sin embargo, con la cancelación de eventos como el Burnrace y el Drive Fest, el temor a un cierre definitivo se cierne sobre uno de los principales motores de la economía local. Organizadores, pilotos y aficionados mantienen la esperanza de que se llegue a un acuerdo que evite el cierre del circuito, pero las restricciones actuales y la posible imposición de sanciones, que podrían alcanzar los 300.000 euros, hacen que el panorama sea cada vez más sombrío. |
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