El otro día se me vino a la mente una escena de la película Mientras dure la guerra. En ella Millán Astray sin más argumentos que el “¡VIVA ESPAÑA!” levantó un hemiciclo desangelado tras un discurso de Unamuno. Se me vino a la cabeza cuando Abascal en Vallecas no fue a presentar nada más que un escenario bronco, sin argumentos y sin opción a captar votos.
Ahí estaba, desangelado, con sus guardaespaldas buscando gresca en un barrio que no le quiere, un barrio donde todo indica que no arrasará electoralmente, pero ellos sólo buscan la foto del conflicto. Presentarse como víctimas, cuando en realidad son los instigadores de esos actos.
Es difícil la situación socio-política que vivimos. Priman los insultos, las provocaciones, la sociedad se está alejando de la moderación y mira a los extremos. Por culpa de la actitud de los diferentes discursos que envían las personas que se dedican a la política. Serán los propios políticos quienes deberán empezar a sosegar sus discursos y acciones, sobre todo, los partidos llamados a gobernar. Deberán añadir un poco de Ángel Gabilondo a sus discursos y sus acciones. Toda persona que conozca la historia de España deberá entender que la crispación no lleva a nada bueno en este país, por eso debemos hacer una llamada a la moderación.
En Madrid Gabilondo decidió no entrar en el juego y es la mejor actitud que debe tomar cualquier político que quiera el bien común. En Vallecas si no hubiesen hecho caso al acto de VOX, más allá de las pancartas de rechazo, el mitin había durado dos minutos. Porque no fueron a buscar votos allí, fueron a crispar el ambiente pensando en los votos del barrio de Salamanca. Y es que en su programa vacío y anclado en el pasado sólo cabe la confrontación, el retroceso social y la televisión en blanco y negro.
Esta es una actitud que ya hacía Albert Rivera, así le ha ido. Ir a los lugares donde no tenían fuerza electoral con el único fin de alentar altercados y presentarse como víctimas cuando en realidad eran los culpables. Con la complicidad de una red de medios y chupatintas que le dan calidad de noticia de primer orden.
La sociedad debe ser más inteligente que los políticos, sobre todo, de esos políticos que sólo buscan el enfrentamiento. Quizás quien busca puntos de unión y lleva una actitud moderada no anima el tablero político, los telediarios y/o las tertulias, pero seguro que alegrará y mejorará la vida de las personas corrientes en su día a día.
Cuando se debate con un ignorante nunca hay que bajarse a su nivel, pues por experiencia te ganará. Cuando un político basa su campaña en el barro y pone en marcha la máquina del fango, lo mejor es basar la campaña desde otra perspectiva. No se debe bajar al barro, por experiencia, llevará ventaja.
Hablemos de contenido, hablemos de medidas efectivas y de personas. Dejen las proclamas obsoletas, caducas y sin recorrido. El pasado, ya pasó. Lo recordaremos, pero hay que mirar el futuro.
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