La primera vez que escuché esta idea fue en la autoescuela. El profesor nos indicaba que a unos noventa kilómetros por hora se llegaba al máximo rendimiento en relación a velocidad y gasto de combustible. Con el tiempo empecé a establecer este concepto como algo que se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida.
Cuando “el Koala” alcanzó la popularidad con “Opá, yo voy hacé un corrá” pensé: “este le está sacando a esta canción el máximo rendimiento”, nunca con tan poco se puede alcanzar esa popularidad. Sólo Belén Esteban ha sabido superar este hito y sigue siendo un referente en lo que respecta a la prensa del corazón. Vaya braguetazo.
En política pasa algo más o menos, hay quienes con mucho no consiguen nada y quienes con muy poquito consiguen mucho. Unos claros ejemplos de esto segundo son los señores César Luena y Antonio Hernando. Ambos se consideran muy inteligentes, algo que desde esta columna no pongo en duda, al igual que no dudamos de los asesores que el señor Pedro Sánchez tiene, pero en lo que concierne a ser buenos políticos si lo voy a poner en duda.
Cuando aceptó Pedro Sánchez el mandato del monarca para formar gobierno no quise pronunciarme, esperé a ver como intentaban formarlo. Es cierto que tanto PSOE como Podemos fallaron en las formas de llevar a cabo las negociaciones, no es cuestión de culpar a uno u a otro, pero es ahí donde señores como Luena o Hernado deberían haber intervenido de mejor forma para encauzar las negociaciones. Por el contrario llevaron a su secretario general a un cúmulo de errores, un pacto con ciudadanos estéril y cuya única salida ahora parece ser nuevas elecciones o un pacto con el Partido Popular.
En el primer caso no se podría calibrar el daño que sufrirían los socialistas o el partido de Albert Rivera, pues con programas electorales tan variados puede ser que al final el PSOE pierda más votos por la izquierda y Ciudadanos por la derecha, siendo beneficiarios el Partido Popular y Podemos.
En el segundo de los casos no se llegaría a elecciones pero el PSOE debería temer las elecciones siguientes. ¿Por qué digo esto? Pues porque si nos fijamos en sus homólogos en Grecia o en Alemania la socialdemocracia es la más perjudicada. Es por eso por lo que decía que Luena y Hernando le están sacando el máximo rendimiento a sus limitaciones, pero esas limitaciones están poniendo en jaque a un partido histórico.
Cuando desde esta columna en más de una ocasión he defendido la independencia de los asesores y del equipo direccional es porque sólo con independencia hacen crecer un grupo.
En la actualidad no se buscan asesores, ni tan siquiera a personas capaces de trabajar decir lo que piensan, se buscan fieles servidores del dirigente para incrementar el poder interno y así sucede en más de una ocasión, que la falta de autocrítica lleva a creer que todo se hace correctamente y luego vienen los batacazos electorales.
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