Uno de los sueños de muchas personas es alcanzar la felicidad, como si esa idea fuera algo muy complejo, difícil de conseguir y al alcance de unos pocos. Hemos aprendido que la felicidad es algo que cada persona puede construir, que depende de nuestras propias habilidades y que depende de aspectos concretos, como algunos de los que vamos a plantear en estas líneas.
La felicidad es un concepto personal, para unas personas la felicidad se consigue de una forma y para otros de otra; por ello, es fundamental conocerte a ti mismo, ser capaz de identificar tus propias fortalezas, las cosas que se te dan bien para potenciarlas y, al mismo tiempo, ser capaz de reconocer las áreas de mejora para trabajar en ellas y convertirlas en fortalezas.
La segunda idea a tener en cuenta es la de ser capaz de aprender de nuestros errores, entender que el error es una oportunidad de mejorar y de ponernos a prueba para aumentar nuestra satisfacción, nuestra autoestima y la capacidad de superar obstáculos.
La tercera clave es la de expresar gratitud. Dar las gracias por las pequeñas cosas, expresar gratitud hacia las personas con las que nos relacionamos, incrementa la satisfacción de los demás y en nosotros mismos, nos ayuda a darle valor a las pequeñas cosas y a generar actitud positiva.
Realizar actividad física, incorporar hábitos saludables, favorece la secreción de determinadas hormonas que fomentan la sensación de felicidad. Además, la idea del autocuidado también ejerce una acción positiva en esa idea de felicidad.
En quinto lugar podemos considerar el hecho de rodearnos de gente positiva, la felicidad es una actitud y las personas positivas expresan una actitud positiva que se contagia y que influye en el entorno favoreciendo sensaciones positivas y de bienestar.
Otro aspecto importante es estar conectado con el presente, ser capaz de sentir lo que sucede en cada momento, siendo consciente del aquí y ahora, para poder apreciar los pequeños placeres y saborear lo que está ocurriendo a cada instante, dejando que nos impregne y nos permita sentir sin más. Eso también incrementa la felicidad.
La última idea de las que exponemos que influye en la felicidad tiene que ver con hacer algo por los demás, ser generoso y ofrecer algo de nosotros, tiempo, conocimientos, actitud, algo que sea un ofrecimiento desinteresado y generoso.
Pero la verdadera clave para ser feliz es querer serlo y hacer lo que nos conduzca a ello.
catalinafuster.com | Psicóloga y Coach
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