Con el tablero político volatilizado es hora de ir colocando las piezas. Pensar la jugada ganadora es el principal objetivo de los estrategas políticos. Madrid se convertirá una vez más en el centro de todas las tertulias y análisis.
Podría centrar el artículo en la crítica hacía la forma en la que los conservadores han tratado las mociones de censura. Pero cuando hay que ser serios se deben dejar a un lado las prácticas mafiosas y poco morales cuyo único objetivo es mantener el cortijo cerrado.
Debo de reconocer dos cosas. En primer lugar el valor de Isabel Díaz Ayuso de convocar elecciones para evitar la moción de censura. Eso sí, una vez más prefiere ser la protagonista que ser coherente con lo que decía. Podría haber culpado a la izquierda de quitarla del poder y no entrar en la contradicción de sus palabras una vez más. Si hace semanas criticaba las elecciones a la Generalitat, ahora, una vez más, contradiciéndose convoca elecciones sin importarle la salud ciudadana. Simplemente le importa más el sillón presidencial.
Por otro lado discrepo de Gabilondo, en un tuit cabe un límite de letras, pero se pueden decir muchas cosas. No sólo con lo escrito, sino con aquello que se puede dejar o dar a entender entre líneas. El problema es que la sociedad se ha acostumbrado a mensajes simples y sencillos. Muchas veces manipulados y manipuladores, por eso escribir con sustancia no es que sea fácil o difícil, sino que la dificultad reside en una sociedad que lo reduce todo al máximo, lo simplifica y rara vez busca algo más allá de lo que se ve.
Ahora el candidato socialista es el que constantemente recibe críticas por un lado y otro por sus palabras. A la derecha no le gusta Gabilondo porque su lideresa no es capaz de debatir con él. Gabilondo no entra en el juego de la violencia verbal, no le gusta, por eso apuesta por Más Madrid y Ciudadanos. Donde él mismo discrepa de algunos postulados pero la actitud y los objetivos de los candidatos de estos partidos son más cercanos a su forma de entender la manera de hacer política.
Los seguidores de Pablo Iglesias le critican lo referido a que no pactará con este Iglesias. Ahí es donde viene el problema de simplificar. Sin duda alguna no tengo la menor duda de que Gabilondo de ser necesario si pactará con Iglesias, pero no con el Iglesias beligerante, sino con el Iglesias sosegado que algunas veces se ha visto.
Esta campaña electoral va a ser agotadora, no sólo para las personas que encabezan las listas electorales y que tienen posibilidad de gobernar, sino para los ciudadanos en general. Las encuestas marcan una tendencia, pero los resultados serán muy volátiles y se va a decidir por la mínima el sillón presidencial.
El día de mañana entenderemos muchas actitudes, miraremos al pasado y con la sangre fría se dirá que mantener un sillón presidencial, si al final lo vuelve a conseguir Ayuso, valió más que poner en riesgo la vida de millones de madrileños.
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