Al hilo de lo comentábamos hace dos semanas, vamos a ocuparnos ahora de revisar la idea de liderazgo, tan presente en nuestros días en la configuración de equipos y de personas. Cuando se plantea la situación de dirigir a un equipo, desde el ámbito que sea (empresa pequeña o mediana, gran empresa, organización, familia incluso) se tiende a poner el foco en la preparación académica de una persona, en sus conocimientos técnicos o en los títulos que le avalan. En el mundo actual se buscan personas que, además, tengan competencias y habilidades que favorezcan el desarrollo de los equipos que lideran y no que dirigen.
Pero vamos a empezar por el principio. Si hablamos de actitud, la definimos como la manera de estar dispuesto a hacer o a comportarse; también aparece en esta definición la postura del cuerpo, lo cual enlaza con la comunicación no verbal de las personas. Por tanto, la actitud determina el estado anímico de la persona a la hora de actuar, de hacer.
Según una encuesta realizada por el Centro de Estudios Financieros (CEF), un líder tiene que ser capaz de:
Manifestar confianza en sus colaboradores
Dialogar de forma abierta con sus colaboradores
Transmitir instrucciones desde el respeto a los demás
Intentar solucionar los problemas
Tratar a sus colaboradores entendiendo que son importantes para la empresa
Exigir de manera razonable
Permitir que sus empleados desarrollen sus capacidades
Saber delegar tareas y responsabilidades
Escuchar y tener en cuenta las ideas que aportan sus colaboradores
Reconocer lo bueno y corregir lo malo
Así pues, la persona que quiera ser un buen líder, que pretenda desarrollar estas y otras capacidades, debería comenzar por hacer un análisis de sí mismo, reconocerse tal como es desde la humildad, profundizar en su propio auto-conocimiento para aceptar sus defectos y sus fortalezas y, a partir de aquí, poner en marcha acciones que le permitan mejorar en lo que sea oportuno y mantener su motivación en aquellos aspectos que son adecuados y positivos.
No todo el mundo puede liderar, aunque la persona que quiera hacerlo necesita preparación y aprendizaje para llegar a lograrlo. Es el momento de tener en cuenta que las organizaciones están formadas por personas y la forma de gestionar a estas es una de las claves para lograr el éxito, en la medida que cada cual se lo proponga.
catalinafuster.com | Psicóloga y Coach
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