Macarena Olona sigue “lamiéndose sus heridas” tras sus malos resultados en las elecciones andaluzas. Llegó como paracaidista a una tierra que desconocía. Basó su campaña en líneas superficiales y estereotipos.
Con polémicas desde el primer día jugó a ser víctima. Propuso poco o nada y su rival político parecía Sánchez y no los diferentes candidatos/as a presidir la junta de Andalucía. De Moreno Bonilla sólo se acordaba para amenazarle y exigirle la vicepresidencia. Pensaba que correría la misma suerte que su compañero en Castilla y León. Su arrogancia le llevó a unos resultados que mejoraron los anteriores pero en términos políticos no cumplió con las espectativas.
Tras las elecciones y viendo que su papel iba a ser secundario decidió que su vuelta a Madrid era necesaria. Sin embargo en la capital ya no querían que volviese, políticamente le arrastraría problemas de cara a las elecciones generales próximas. Por consiguiente “decidió” dejar la política.
Tras un tiempo en silencio poco a poco ha ido hablando. Ha ido despejando las dudas de su repentino adiós y ha desgranado varios aspectos. Uno de ellos que en realidad no se fue, sino que se le fue apartando. En definitiva la consideraron un activo político amortizado.
En segundo lugar nos ha confirmado algo que ya era conocido por todos, aunque ellos lo niegan. Nos afirma que dentro de la formación de VOX hay un sector neo fascista que no se oculta a la hora de hacer el saludo romano brazo en alto y la existencia de seguidores de Hitler.
Menuda evolución dirán ustedes. Como bien se dice en la tradición católica “los caminos del Señor son inescrutables”. Lo verdaderamente triste es que tenga que pasar algo así para que alguien hable públicamente de todo lo que ya se conocía. Pasa siempre con los temas más oscuros, nadie dice nada hasta que se ve excluido/a.
A mí no me sorprenden las declaraciones que ahora hace Olona sobre la simpatía de algunos seguidores de VOX por líderes fascistas, lo triste es que lo dice cuándo se ha visto apartada. Hubo varios medios que ya demostraron que esa tendencia estaba dentro de esa tendencia política y ella lo negaba.
Aun así, y mostrando mi total rechazo a los partidos que aglutinan o acogen tendencias de este tipo, la actitud de Olona me parece lo peor del panorama político. No podrás lavar tu imagen, seguirás siendo cómplice, junto con tu ex partido político, de proteger y acoger a fascistas en vuestro seno.
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