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    David García
    Historiador y Bloguero

Lealtad

Cuando se habla de lealtad son muchos los interrogantes. Muchas personas piensan que lealtad es algo que se demuestra afirmando o exaltando el cariño hacia alguien. No deja de ser un error común entre las personas. La lealtad ni se dice ni se resalta, la lealtad se demuestra. ¿Cómo se demuestra la lealtad?

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Objetivo CLM - David García Huertas
Lunes, 13/07/2015 | Nacional | Portada, Opinión

      Cuando se habla de lealtad son muchos los interrogantes. Muchas personas piensan que lealtad es algo que se demuestra afirmando o exaltando el cariño hacia alguien. No deja de ser un error común entre las personas. La lealtad ni se dice ni se resalta, la lealtad se demuestra. ¿Cómo se demuestra la lealtad? Es uno de los principales interrogantes y por regla general muchos son los que creen que la lealtad consiste en siempre darle la razón a quién está por encima. Sigue siendo un error, para mí los más leales siempre han sido aquellos que reconocieron mis méritos pero que también ejercieron sus críticas a mis labores cuando yo no actuaba bien. Para mi esas personas son más leales que aquellas que a todo me dicen que Sí sin hacer juicios de valor.

       Hoy en día es todo muy superficial y muy banal. Diversos son los partidos que se dedican a decir; Que si esto o que si aquello. Luego sus actitudes demuestran otros aspectos. Todos los partidos hacen gala de la lealtad y resulta que los verdaderos leales son aquellos que sin replicar dicen a todo lo que dice su amado líder; Sí. Para mí eso no es lealtad, eso es servilismo y como se suele decir en algunos lugares de España ser un perrito faldero.

       Pero hay una lealtad más importante y que por regla general suele ser obviada o suprimida. Y es la lealtad que se le debe al ciudadano normal, al ciudadano de a pie. Esa lealtad se la saltan a la torera tanto políticos como medios de comunicación. Cierto es que no todos, pero si una gran parte.

       Esta semana ha sido habitual ver portadas de los medios de comunicación sobre las colas existentes en los cajeros de Grecia para sacar dinero, sin embargo ni una imagen sobre las colas existentes en los comedores sociales de España. ¿Qué nos interesa más, los griegos o los españoles? Está claro que a esos medios sólo les importa el dinero y la manipulación.

      Caería en el error de pensar que todo medio de comunicación tiene un fin social, algo que suele ocurrir habitualmente en la población, al fin y al cabo todo medio de comunicación es un negocio y detrás de cada negocio hay intereses. Esos intereses que han provocado el acoso y derribo de unos partidos políticos en beneficio de otros partidos afines a esas personas o esas fortunas interesadas en que toda persona reciba información manipulada.

      Hace unas semanas acudió el señor Rivera a la Sexta Noche como futuro candidato a la Moncloa. Al señor Rivera que se le llena la boca sobre las primarias, resulta que él no se ha sometido a ningunas. Muchos dirán que fue el único que consiguió los avales, yo diría más bien que con el tiempo que proporcionó su partido para conseguirlos se hacía prácticamente imposible para cualquier afiliado de base. Ahora esta semana Andrés Herzog  ha sido ganador de unas primarias, sin avales, ya veremos a ver qué medio de comunicación le hace una entrevista similar a la que recibió el señor Rivera. Imagino que se harán eco pero su repercusión será menor, no vaya a ser que resurja su partido. Partido que ha llevado a los tribunales al señor Rato y a otros tantos golfos. No nos cansemos al fin y al cabo quien mantiene los grandes medios son los grandes entresijos económicos, aquellos que prefieren a partidos dóciles y serviles, antes que a partidos que de verdad luchan por el ciudadano de a pie.

      En definitiva se ha perdido la lealtad al ciudadano común en algunos casos desinformando y en otros mintiendo. No todo es culpa de los políticos ni tan siquiera de los desinformadores, muchas veces somos nosotros los ciudadanos base los que cometemos los errores, pues como diría Julio Anguita “La gente que vota a ladrones es responsable de lo que está pasando”. Cuando sean las elecciones generales piensen seriamente a quien se debe votar, de oradores de palacios ya deberíamos estar hartos. La situación actual requiere políticos dispuestos a situar a cada uno en su lugar, al trabajador  trabajando y al ladrón en la cárcel. El poder reside en nosotros así que en estas generales habrá que votar a conciencia y no mensajes, sino acciones.

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