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    David García
    Historiador y Bloguero

Dolores de cabeza

Variados y diversos son los motivos por los que la cabeza te puede doler, no me cabe la menor duda que el motivo que sustenta mi dolor es el insomnio. Los motivos del insomnio también pueden ser muy variados. Últimamente lo que perturba mi mente y nubla mi juicio es un simple término: libertad

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Objetivo CLM - David García Huertas
Lunes, 22/06/2015 | Nacional | Portada, Opinión

Variados y diversos son los motivos por los que la cabeza te puede doler, no me cabe la menor duda que el motivo que sustenta mi dolor es el insomnio. Los motivos del insomnio también pueden ser muy variados. Últimamente lo que perturba mi mente y nubla mi juicio es un simple término: libertad.

     ¿Qué es la libertad? ¿Cómo se consigue? ¿Dónde puedo alcanzarla? Son tres de las innumerables preguntas que abordan mi mente. Tras setenta y dos horas sin dormir no llegué a ninguna conclusión concreta. Abordar conceptos como el de libertad, democracia, verdad, razón o fe entre otros muchos conceptos de esta índole conllevan a innumerables dolores de cabeza.

     Muchos son los que confunden libertad con libertinaje o el todo vale. En estos seres el respeto brilla por su ausencia. Disimulan siendo defensores de la libertad, pero lo único que defienden es su forma de ver el desarrollo vital.

     Otro sector de la sociedad se autoproclama también defensor de la libertad, pero cada matiz de progreso que se introduce socialmente intentan frenarlo. El argumento típico es que no todo vale.

    Podría extenderme párrafos y párrafos con diferentes posturas que se hacen llamar defensores de la libertad de un modo u otro, pero simplemente me ceñiré a dar mi visión que para eso es mi columna. Por supuesto que soy consciente que no agradará a todos y a todas, ni lo pretendo. Ahora defenderé mi visión del significado de libertad, no será ni mejor ni peor, pero seguro que igual de respetable.

      El concepto de libertad hay que abordarlo desde dos perspectivas; una estrictamente a título individual dentro de la sociedad y su conjunto, y otra perspectiva socio-política.

      En la visión del individuo en la sociedad y su conjunto la libertad se debe ceñir a poder llevar a cabo cualquier actividad que se desee siempre y cuando no se aborde la libertad de otro conciudadano. Debe existir un reglamento que permita la convivencia en general de todos. De éste derivan leyes que impiden por ejemplo hacer ruido a determinadas horas del día o la noche o por ejemplo las leyes que regulan la circulación vial. No es un reglamento que estrictamente prohíba con el objetivo de privar de libertad, sino que su objetivo es el bienestar de la sociedad en su conjunto.

       En la perspectiva o el análisis que se puede elaborar a nivel socio-político mi postura es mucho más rigurosa. La libertad debe ser total y plena, debe ser un objetivo principal poder alcanzarla. Este es el principal escollo para un sector que todavía quiere limitar la libertad en asuntos como el divorcio, el aborto o el matrimonio homosexual.

     Respecto al aborto, a nivel individual cada uno puede defender una postura u otra, a nivel personal se puede ser partidario de abortar o no. Pero en lo que respecta al ámbito socio-político el aborto debe ser dotado de una libertad total. Cada persona debe ser consecuente con todo aquello que hace en la vida y si una persona quiere abortar o no debe ser libre para decidirlo, seguro que en más de un caso hasta sería más seguro.

     El divorcio es otro asunto a tratar, que aunque es cierto que carece de un mayor grado de aceptación y normalización, aún sigue levantando recelos en el sector más arcaico y ultraconservador de la sociedad.

     El otro gran escollo, en el que se han invertido décadas para alcanzar dicho derecho es el matrimonio entre personas del mismo sexo. Cuando se consiguió  enseguida aparecieron trileros con argumentos superficiales para desacreditar el derecho conseguido. Trileros  que eran dirigidos por el sector de la derecha más arcaica de este país y un sector de la Iglesia que en ocasiones parecer haber perdido el rumbo de su actividad.

     Muchos nos creemos poseedores de la verdad y de la razón, pero obviamos nuestras deficiencias visuales. Puedo tener mis ideas, mi postura política y mis creencias religiosas de un credo u otro, no soy ni mejor ni peor al resto, ni tan siquiera me permito el lujo de dar lecciones de moral o imponer mi postura, pero debo ser coherente y defender aquello que creo justo.

      No se puede jugar a ser Dios, al fin y al cabo sólo somos personas imperfectas y no tenernos superioridad moral los unos sobre los otros para prohibirle que aborte o que contraiga matrimonio, tampoco podemos obligar a nadie a que culmine una vida de infelicidad al lado de alguien con quién ya no puede proporcionarle la felicidad. Muchos serán los matices que falten en esta teoría u opinión, muchas las diferencias con la postura del lector, pero en un ejercicio de libertad siempre se podrá debatir desde el respeto. Al fin  y al cabo es una pluma que escribe en un oasis libre dentro  de un desierto de plumas afines a unos colores u otros.

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