SEPRONA rescata un águila real herida por un perdigón en Alcázar de San Juan y abre investigación por delito ambiental

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Ciudad Real rescató este martes un águila real (Aquila chrysaetos) herida en una finca en ruinas de Alcázar de San Juan. El ejemplar, hallado con fracturas en el ala derecha y un perdigón incrustado bajo el pecho, fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre «El Chaparrillo», donde permanece bajo observación veterinaria.

La intervención se activó tras una llamada del guarda rural del coto de caza local, quien alertó sobre la presencia del ave rapaz en estado crítico. Agentes del Puesto de la Guardia Civil de Socuéllamos confirmaron que se trataba de un águila real, especie protegida, y procedieron a su captura. Las radiografías realizadas en el centro revelaron un proyectil de cartucho de caza, lo que sugiere un disparo intencional, según fuentes del SEPRONA.

Investigación y consecuencias legales

El SEPRONA ha abierto una investigación para identificar al responsable del presunto ataque. Disparar a especies protegidas está tipificado como delito en el artículo 334 del Código Penal, con penas de seis meses a dos años de prisión. "Este caso evidencia la importancia de la vigilancia ciudadana y el rigor legal para proteger nuestra biodiversidad", señaló un portavoz del cuerpo.

Llamado a la colaboración ciudadana

La Guardia Civil agradeció la rápida actuación del guarda rural y recordó la utilidad del teléfono de emergencias 062 y la aplicación ALERTCOPS, que permite geolocalizar incidentes en tiempo real. "Sin esta colaboración, el desenlace del águila habría sido trágico", subrayaron.

El águila real, símbolo de los ecosistemas ibéricos, se suma a los 14 ejemplares rescatados en Castilla-La Mancha en lo que va de 2025, según datos del SEPRONA. Su recuperación podría prolongarse meses, aunque los veterinarios de «El Chaparrillo» son "optimistas" gracias a la ausencia de daños en órganos vitales.

Mientras, organizaciones ecologistas exigen mayor control en cotos de caza y sanciones ejemplares para disuadir este tipo de agresiones, que amenazan a una especie en estado vulnerable según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.