La reina de Inglaterra ha sido un personaje ejemplar y singular en sus habilidades de comunicación. Destacan cuatro aspectos en su expresión que potencian la efectividad de sus mensajes: discreción, protocolo, serenidad y rigurosidad.
Su estilo de comunicación es de consolidación de liderazgo como monarca con mucha sobriedad y muy medida su expresión facial, como estrategia para no editorializar ni crear opinión con la mirada y los gestos, lo que proyecta frialdad en el espectador. Todo ello ha revertido en comparecencias en televisión y presenciales en las que ha mostrado excelente credibilidad en la opinión pública. Hay hieratismo en la imagen que proyecta en los demás y muestras de dignidad y entrega a su pueblo con rigidez y severidad, pero a la vez con afecto.
Al contrario que su padre, Jorge VI, que padecía miedo a hablar en público, perfectamente reflejado en la película El discurso del rey, desde muy joven la reina ha sabido ponerse delante de la gente, ante un micrófono o una cámara de televisión: su coronación, un hecho histórico que se retransmitió por primera vez, la ceremonia de su boda, sus discursos oficiales como el del fallecimiento de Lady Di, son iconos de la monarquía en pantalla. Han sido presentaciones acaecidas en muy contadas excepciones y ante eventos de gran magnitud para mantener y medir el interés de la audiencia.
En Inglaterra se potencia mucho la comunicación desde la infancia, se enseña a los niños a que hablen delante de la gente, sepan desenvolverse ante una audiencia, incluso asisten a clases de arte dramático con normalidad. Todo ello repercute en buenos hábitos y habilidades de comunicación de la población. Isabel II es un buen ejemplo de expresión con seguridad a la hora de comunicar en situaciones muy dispares. Con tan solo 14 años ya dirigió un discurso a los niños durante la Segunda Guerra Mundial.
Su propia fortaleza interna es la que aporta vigor y confianza en sus intervenciones en público, utilizando muy pocos elementos gestuales, centrando toda la atención en la voz, con una buena vocalización, matices marcados en los tonos y timbre de registro medio. Isabel II ha sido un referente en comunicación eficaz.
Julio García Gómez | Analista de comunicación. Experto en comunicación y lenguaje. Licenciado en Ciencias de la Información. Universidad Complutense.
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