El CEIP Ángel del Alcázar de Toledo se une al CEIP Lluís Vives de Paiporta (Valencia) en un emotivo gesto de solidaridad y compromiso con la educación. El colegio toledano ha decidido hermanarse con el centro valenciano, cuya comunidad escolar ha sufrido las devastadoras consecuencias de la reciente DANA que afectó a diferentes lugares de la Comunidad Valenciana y de Castilla-La Mancha.
Para recaudar fondos y ayudar a los niños y niñas del Lluís Vives a recuperar la normalidad en sus aulas, el CEIP Ángel del Alcázar ha organizado una carrera solidaria que se celebrará el jueves 19 de diciembre por la mañana. La actividad comenzará a las 12:00 con la carrera de infantil y 1º y 2º de educación primaria, seguida por la carrera-paseo de familiares y profesorado a las 12:30, y finalizará a las 12:45 horas con la carrera de 3º a 6º de educación primaria.
Además, durante el evento, la comunidad educativa del barrio de Santa Bárbara aprovechará para rendir homenaje al atleta toledano Juan López, vecino del barrio y miembro del Club Atletismo Toledo. López se ha convertido en un ejemplo de superación al proclamarse campeón mundial en su categoría máster y batir el récord europeo de maratón.
El equipo directivo del Ángel del Alcázar ha declarado: "Es un orgullo ver cómo nuestros alumnos y alumnas se implican en una causa tan solidaria. Queremos que nuestros compañeros y compañeras del Lluís Vives sepan que no están solos y que cuentan con el apoyo incondicional de nuestra comunidad educativa".
La iniciativa invita a todas las familias y a cualquier persona que desee colaborar a realizar donaciones a través de los tutores de cada clase. El importe recaudado se destinará íntegramente a ayudar al CEIP Lluís Vives en su proceso de recuperación, para que los niños y niñas puedan regresar pronto a unas aulas llenas de energía y esperanza.
Desde el CEIP Ángel del Alcázar, se hace un llamamiento a toda la comunidad educativa, vecinos y organizaciones locales para que se unan a esta causa y aporten su granito de arena. Esta acción no solo simboliza la solidaridad entre colegios, sino también el poder de la educación como herramienta para construir un mundo más justo y humano.
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