Castilla-La Mancha refuerza sus poblaciones de águilas con la liberación de tres ejemplares equipados con GPS en Ciudad Real

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha liberado este 27 de noviembre de 2025 tres ejemplares de águila real e imperial ibérica en la reserva forestal Chico Mendes-Los Barranquillos (Castellar de Santiago), consolidando a Ciudad Real como bastión de estas especies con 140 parejas de imperiales y 50 de reales. El acto, liderado por el delegado de Desarrollo Sostenible, Agustín Espinosa, y la alcaldesa María del Carmen Ballesteros, culmina meses de rehabilitación en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'El Chaparrillo'.

Los dos águilas reales –de un año– ingresaron en el centro tras ser halladas con traumatismos en Ciudad Real y Santa Cruz de Mudela, mientras el águila imperial rescatada antes de aprender a volar en un nido de la zona completó su desarrollo. Todos portan ahora emisores GPS que permitirán su seguimiento en tiempo real dentro del programa autonómico que monitoriza 100% de las aves liberadas, según detalló Espinosa.

La reserva, gestionada por un propietario privado, destaca como laboratorio natural para estudios de biodiversidad. Sus 4.200 hectáreas de bosque mediterráneo albergan el 18% de las parejas reproductoras de águila imperial ibérica de Castilla-La Mancha, especie catalogada en peligro de extinción. "Este espacio demuestra cómo la colaboración público-privada revierte en la recuperación de ecosistemas", subrayó el delegado, quien valoró los 23 proyectos de investigación activos en la zona.

El Centro 'El Chaparrillo', referente nacional en rehabilitación de rapaces, ha atendido 94 ejemplares en 2025 –67% recuperados con éxito–. Sus protocolos incluyen terapias de vuelo controlado y reprogramación alimenticia, esenciales para especies sensibles como el águila imperial, cuya población provincial ha crecido un 22% desde 2020.

Esta liberación se enmarca en la Estrategia Regional de Conservación de Aves Rapaces 2023-2027, que ha invertido 1,8 millones en seguimiento satelital y lucha contra amenazas como electrocuciones o cebos envenenados. Los datos del GPS contribuirán a cartografiar corredores ecológicos prioritarios, clave para conectar poblaciones aisladas.

Espinosa cerró el acto destacando el papel de los 87 agentes medioambientales de la provincia en la detección temprana de incidentes, factor determinante en el 80% de los rescates exitosos. La próxima fase del plan incluirá sensores anti-colisión en tendidos eléctricos y charlas educativas en 120 colegios para fomentar la concienciación.