Médicos del Mundo valoramos positivamente la propuesta del Ministerio de Igualdad, que ha instado a las comunidades a cerrar prostíbulos ante los rebrotes del Covid-19; así como la decisión del gobierno de Castilla La Mancha de acatar esta recomendación. Sin embargo, consideramos que esta propuesta será insuficiente para detener los contagios dentro del contexto de la prostitución puesto que la demanda continuará produciéndose y las mujeres, dada su situación de vulnerabilidad, se verán obligadas a trasladarse a contextos más marginales e invisibles como los pisos de prostitución o zonas de calle donde el control sanitario y el rastreo serán aún más difíciles.
Además de la desprotección sanitaria que puede acarrear trasladarse a contextos más marginales nos preocupa la situación social de este colectivo. Desde nuestra experiencia de intervención el perfil de mujeres en situación de prostitución es altamente vulnerable ya que la mayoría parten de una situación administrativa irregular lo que les dificultan el acceso a alternativas laborales, habitacionales, e incluso en algunos casos a la atención sanitaria dentro del Sistema Nacional de Salud. En aquellos casos donde la situación administrativa no es una barrera, las mujeres cargan con un gran estigma social y con repercusiones psicológicas que impiden una integración social y laboral.
Consideremos que se han hecho esfuerzos por parte de la Junta de Castilla-La Mancha para paliar la situación de vulnerabilidad en la que muchas personas se han visto a raíz de la crisis del covid-19, pero las iniciativas tomadas están siendo insuficientes para el colectivo de mujeres en situación de prostitución.
El gobierno autonómico aprobó las ayudas de emergencia excepcional covid-19, pero muchas de las mujeres no han podido acceder a solicitarla puesto que carecen de algunos de los requisitos administrativos exigidos como el empadronamiento. Incluso, aquellas mujeres que sí han podido solicitar esta ayuda aún no han sido beneficiadas porque siguen a la espera de una contestación por parte de la Administración autonómica.
Por otra parte, el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ha sido una de las entidades pioneras en dar una respuesta específica para este colectivo, aprobando ayudas económicas de carácter puntual.
Sin embargo, al ser medidas transitorias no suponen una solución a la situación de prostitución y a la vulnerabilidad de este colectivo.
Una medida que podría ser más duradera sería el Ingreso Mínimo Vital. No obstante, aunque el Ministerio de Igualdad se comprometió a no dejar atrás a este colectivo con medidas específicas para aquellos casos que no pudieran gestionarlo por la vía ordinaria, para su correcta implementación falta un reglamento que recoja y desarrolle este compromiso. En la práctica la mayoría mujeres se encuentran con diversas barreras que les impiden acceder a la prestación.
Desde Médicos del Mundo insistimos que el cierre de prostíbulos es una medida insuficiente tanto para atajar la crisis sanitaria como la situación de vulnerabilidad de estas mujeres que se ha visto agravada desde el inicio de la pandemia. Proponemos que se aborde la situación a través de medidas abolicionistas que contemplen políticas públicas tales como: recursos habitacionales, apoyo económico, jurídico, psicológico y laboral. Acompañado de la penalización del consumo de prostitución, todas las formas de proxenetismo y la concepción de la prostitución como una forma de violencia de género. Mientras que esto no suceda las mujeres en este contexto seguirán sufriendo las consecuencias del covid-19 y de la violencia.
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