Hoy es 31 de diciembre y los habitantes de El Robledo han celebrado el año nuevo siguiendo la tradición de bañarse en el río Bullaque, a pesar de la baja temperatura del agua. Por suerte, el buen día de sol no ha deslucido el evento.
Esta celebración anual es una forma de reivindicar la conservación del caudal ecológico del río, una tradición que se ha mantenido desde 1995.
Después del baño, los vecinos se han reunido alrededor de una hoguera como es costumbre, para calentarse y disfrutar de un caldo caliente, además de migas y judías cocidas. Los visitantes también han sido invitados a participar en la celebración.
Vecinos descontentos por el proyecto de la futura macrogranja de cerdos que pretende instalarse junto al río Bullaque, han aprovechado para solicitar firmas con el fin de evitar que sea ubicada en la localidad, que por el momento, se encuentra en fase de estudio de impacto ambiental.
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