“Ruidera 1781-1785. Génesis y construcción de una real fábrica de pólvora” de Bernardo Sevillano Martín, se presentaba el pasado sábado en el salón de usos múltiples de Alameda de Cervera.
El libro narra la historia del traslado de la fábrica de pólvora que existía en Alameda de Cervera, pedanía de la localidad ciudadrealeña de Alcázar de San Juan, a la localidad de Ruidera, a expensas del rey Carlos III, explicaba el autor de la publicación. Estas fábricas dependían de la Real Fábrica de Salitres de Alcázar; una industria floreciente “dada la necesidad de pólvora para abastecer al ejército y a la armada”. En la presentación del libro, Bernardo Sevillano Martín puso en valor “la arquitectura hidráulica en Alameda de Cervera, puentes catalogados, que se hicieron bajo el proyecto y la dirección de obra de Juan de Villanueva, uno de los tres arquitectos más importantes de la historia de España”.
A la presentación del libro, asistieron la concejala de Infancia y Juventud, Alba Castellanos y el concejal de Medio Ambiente, Pablo Pichaco, autor de dos teselas sobre la fabricación de salitre y pólvora en Alcázar de San Juan que manifestaba que la publicación de Bernardo Sevillano completa una trilogía sobre el salitre y la pólvora en La Mancha. Pichaco señalaba que en la fábrica de pólvora de Alameda, entonces Real Sitio de Cervera, había al menos cuatro molinos que empleaban álamo blanco, azufre de Hellín y salitre de Alcázar. El motivo por el que se trasladó la fábrica de pólvora a Ruidera, fue debido a que no había caudal suficiente en el río Guadiana.
Una actividad a instancias de la Asociación de Vecinos de Alameda de Cervera, que vieron muy interesante organizar una presentación con el fin de que los vecinos conocieron los detalles de la investigación de Bernardo Sevillano, sobre una parte de la historia de Alameda, indicaba Andrés Sánchez-Mateos, vocal de la asociación.
“Ruidera 1781-1785. Génesis y construcción de una real fábrica de pólvora”, publicado por el Insstituto de Estudios Manchegos, ya se ha presentado en Ciudad Real y Ruidera.
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