Las trabajadoras y trabajadores de los nueve Paradores de Castilla-La Mancha se han concentrado este viernes frente a sus centros de trabajo para denunciar la situación de abandono institucional y empresarial que arrastran desde hace más de cuatro años. La movilización, que ha tenido lugar en los establecimientos de Molina de Aragón, Sigüenza, Cuenca, Alarcón, Almagro, Manzanares, Albacete, Toledo y Oropesa, se produce ante la falta de respuesta de la dirección de Paradores a sus reivindicaciones.
Los empleados han criticado que, tras concentraciones previas frente a las oficinas centrales de Paradores en Madrid y campañas en redes sociales con los hashtags #PorUnConvenioDignoYa y #ParadoresGritaEnSilencio, la alta dirección de la empresa no ha mostrado prueba alguna para desbloquear la situación. Denuncian que la estrategia parece ser “dejar pasar el tiempo esperando que el conflicto se diluya y eludir su responsabilidad”.
Entre las principales quejas figuran condiciones laborales precarias, salarios ridículamente insuficientes y una conciliación familiar inviable debido a la extrema flexibilidad, los turnos rotativos y el turno partido –especialmente habitual en comedor y cocina–, que se extiende durante cuatro horas por la mañana y tres horas y media por la tarde-noche, incluyendo fines de semana y festivos.
Las reivindicaciones de la plantilla incluyen salarios justos que permitan vivir dignamente, la implantación definitiva del Plan de Pensiones, desarrollo profesional, estabilidad en el empleo, jornadas parciales mínimas garantizadas, mejoras en la gestión de la incapacidad temporal, jubilaciones parciales, reducción progresiva de jornada y una planificación anticipada de turnos que posibilite una conciliación real.
Estas demandas contrastan con la bonanza económica que atraviesa la empresa, que este verano ha alcanzado un récord histórico con un incremento del 2% en beneficios y una ocupación media del 86%, llegando al 94% en algunas regiones. Paradores también ha realizado inversiones millonarias en sus establecimientos y campañas publicitarias, proyectando una imagen de “sostenibilidad, digitalización e innovación”.
Los trabajadores han expresado su cansancio ante una dinámica donde “cuando la situación es difícil, llegan los recortes; cuando es favorable, solo hay silencio, excusas y se dilata la negociación en el tiempo”. Han advertido que, si no hay avances reales, darán “un paso más contundente” y prometen “unas cálidas Navidades”.







































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