Incendios de sexta generación arrasan España ante el abandono de la gestión forestal tradicional>> La despoblación rural y el exceso de proteccionismo agravan la propagación de megaincendios Objetivo CLM La Fundación Artemisan ha advertido que el abandono rural y la desaparición de prácticas ancestrales como el pastoreo o la extracción controlada de leña han dejado los montes españoles en una situación de alta vulnerabilidad ante incendios de sexta generación, caracterizados por su capacidad para alterar las condiciones meteorológicas y generar tormentas ígneas. Estos fenómenos, con llamas de hasta 50 metros y avances superiores a 4 km/h, han causado ya pérdidas humanas y ambientales sin precedentes este verano. Según el análisis de la organización, la combinación de 28 millones de hectáreas forestales sin gestión adecuada y la regla del 30 (vientos >30 km/h, humedad <30% y temperaturas >30°C) explican la virulencia de los actuales fuegos. La masa combustible se ha incrementado en 150.000 hectáreas anuales por el abandono agrícola, sumándose a las 129.000 hectáreas reforestadas en la última década frente a los 4,1 millones intervenidos entre 1940-1995 y las 560.000 hectáreas desde 2011. La crítica principal apunta al desbalance presupuestario: el 60% de los fondos se destina a extinción, 20% a prevención y algo más del 20% a otras actuaciones. Esta política contrasta con la inversión de 54 millones anuales del sector cinegético en cortafuegos, desbroces, vigilancia y mantenimiento de accesos, actividades que históricamente funcionaron como "selvicultura preventiva gratuita". Ante este escenario, la fundación exige un nuevo Plan Forestal que priorice la ordenación del 80% de montes sin planificación (solo el 20% está gestionado), flexibilice las restricciones en espacios protegidos para permitir limpiezas, resalveos, podas y quemas controladas, y reactive económicamente el mundo rural. "La burocracia y el proteccionismo extremo han paralizado prácticas esenciales", subrayan, citando cómo muchos parques naturales prohiben actuaciones clave contra incendios. La organización también ha mostrado solidaridad con los afectados y reconocido la labor de profesionales, voluntarios y comunidades rurales que, pese a las dificultades administrativas, mantienen tareas de prevención. Destaca especialmente al sector cinegético, cuyas labores de guardería y vigilancia lo convierten en el primer foco de alerta ante emergencias. |


































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