Villacañas acoge esta semana las primeras Jornadas Culturales “50 años del fin de la dictadura: haciendo memoria”, una iniciativa organizada por el Grupo de Trabajo de Memoria Histórica de La Mancha, que nace con vocación de continuidad y que pretende acercar a la ciudadanía una parte de la historia reciente de España que, según sus impulsores, sigue siendo poco conocida, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
La portavoz del grupo, María Ángeles Vázquez, fue la encargada de dar la bienvenida a los asistentes y explicar que esta iniciativa coincide con el 50 aniversario del final de la dictadura, efeméride que se celebra el 20 de noviembre. El programa que arrancó ayer se extenderá hasta esta tarde, a las 18:00 horas, en la Sala Municipal de Exposiciones.
El Grupo de Trabajo de Memoria Histórica de La Mancha se constituyó en marzo de 2024 y se presentó públicamente unos meses durante las Jornadas de Investigación Histórica. “Estábamos recién formados”, recuerda Vázquez, quien subrayó que este primer año de trayectoria ha servido para definir objetivos y líneas de acción. Entre ellos, destacó la divulgación de la historia reciente, con especial atención al franquismo y la transición.
La portavoz recalcó que el grupo nació con la idea de fomentar la pedagogía en torno a la memoria histórica. “Creemos que una parte importante de la juventud desconoce lo que ocurrió en España en ese periodo”, señala.
Vázquez defendió la necesidad de tratarlo con naturalidad, alejándolo de polémicas y planteándolo desde el rigor histórico. Aun así, considera que la empatía y el conocimiento son claves para comprender el alcance de la dictadura y sus consecuencias.
Una exposición para inaugurar las jornadas
Las jornadas arrancaron ayer con la inauguración de la exposición “Para la libertad”, comisariada por María Rivera, miembro del grupo desde su creación. La muestra reúne obras de artistas locales y de fuera, junto con carteles y documentos de la época. La exposición pretende abordar la memoria histórica desde el arte, una vía que considera especialmente eficaz para llegar a públicos que quizá no se acercarían a un libro o a un ensayo especializado.
Tras la inauguración, tuvo lugar una mesa redonda moderada por Ignacio Cabello, documentalista de la Asociación Manuel Azaña y miembro también del Grupo de Memoria Histórica de La Mancha.
Entre los participantes estuvo Jesús Fuentes, expresidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que aportó su experiencia personal sobre la vida durante los últimos años de la dictadura. También intervino Isabelo Herreros, presidente de la Asociación Manuel Azaña, implicada en los trabajos de recuperación de cuerpos en fosas comunes, y cuya labor ha sido fundamental en procesos recientes como las exhumaciones de Tembleque.
La tercera ponente fue María Dolores Martín-Consuegra, Doctora en antropología Universidad de Murcia y especialista en la represión franquista, especialmente en la sufrida por mujeres. Ha desarrollado proyectos de investigación y entrevistas con víctimas y es autora del reconocido cortometraje “Las Rapadas”, mujeres represaliadas por su militancia política o sindical, o por ser familiares de opositores.
El eje de la mesa fue el tardofranquismo (1960–1975), una etapa que, según el grupo organizador, suele quedar relegada en los contenidos educativos o se recuerda a través de tópicos, como el turismo emergente o la imagen del 600. La mesa enfatizó, pese a la aparente apertura del país, en esos años continuaron los fusilamientos, la represión de manifestaciones estudiantiles y la censura. Es un periodo menos conocido, pero esencial para comprender el final de la dictadura.
Las jornadas culturales continúan esta tarde con la lectura dramatizada del cuento “Pero qué pronto, amor”, de Jesús Manrique, y la presentación del libro “Castellanomanchegos en los campos nazis”, a cargo de su autor José Antonio de Cunha.
Durante el acto contaremos con la participación de los músicos Manuel Mata y Raúl Perea.



































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