El presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde Menchero, ha afirmado este miércoles 3 de diciembre de 2025 en Sevilla que Sabor Quijote culmina en la capital hispalense "una edición histórica que demuestra la fortaleza turística y gastronómica de nuestra provincia". El evento, celebrado en el Espacio Exploraterra–Centro Nao Victoria, ha reunido a cocineros, empresarios, hosteleros, influencers y periodistas especializados que han descubierto los productos, la cocina, la cultura y el patrimonio de Ciudad Real.
Valverde ha comenzado agradeciendo la presencia del director de Turismo de Sevilla, Antonio Castaño, así como de autoridades, empresarios, creadores de contenido y profesionales del sector desplazados a esta última cita del año de Sabor Quijote. El presidente ha subrayado el carácter "mágico" de presentar Ciudad Real en una ciudad "tan hermosa, turística y universal como Sevilla", recordando un vínculo personal con la ciudad y el cariño que le guarda desde que vivió y trabajó en el barrio de Triana en su juventud.
El presidente ha defendido que "vender Ciudad Real fuera es sencillo cuando se tiene un embajador tan poderoso como Don Quijote", una imagen que sintetiza una provincia que atesora "una propuesta gastronómica espectacular, tres cocineros con estrella Michelin como punta de lanza, tres denominaciones de origen del vino, tres de aceite, productos únicos como la cebolla, el azafrán o la berenjena de Almagro, y un patrimonio natural, histórico y cultural que sorprende a quien lo descubre por primera vez".
Ha recordado también la potencia patrimonial que tiene la provincia, mencionando "los castillos de Calatrava, la plaza de Almagro, Villanueva de los Infantes, los molinos del Campo de Criptana o nuestros parques arqueológicos, naturales y nacionales" que conforman "una oferta incomparable". Aunque ha añadido que lo mejor de Ciudad Real "son sus gentes", siempre acogedoras y dispuestas a recibir al viajero con los brazos abiertos.
Asimismo, ha explicado que Sabor Quijote "abre oportunidades, genera actividad y convierte la provincia en un destino que ya no solo se atraviesa, sino que se visita y se disfruta", razón por la que la Diputación continuará llevando la marca a otras comunidades autónomas, como ya se ha hecho este año en Valladolid y Murcia.
Valverde ha agradecido el apoyo del tejido empresarial y hostelero, mencionando expresamente al presidente de FECIR, Carlos Marín, y a la Asociación Provincial de Hostelería, así como la labor de los creadores de contenido "convertidos desde hoy en embajadores de Ciudad Real".
La vicepresidenta primera y responsable del área de Impulso Sociocultural y Turístico a la Provincia, María Jesús Pelayo, ha indicado que esta última parada del año llega con el proyecto "en su mejor momento", destacando que Sabor Quijote ha alcanzado ya los 8 millones de impactos, gracias a la colaboración de medios y creadores de contenido que han convertido la gastronomía, cultura y patrimonio de Ciudad Real en un fenómeno creciente de interés.
Ha puesto en valor la presencia en Sevilla de los tres chefs con estrella Michelin de la provincia, quienes han desarrollado una jornada gastronómica en la Fundación Cruzcampo junto a la marca Ibarra y representantes de academias culinarias y asociaciones gastronómicas andaluzas, generando contactos profesionales "de enorme valor" y compartiendo producto, técnicas y propuestas culinarias con especialistas hosteleros sevillanos.
Pelayo ha agradecido la presencia del presidente de la Federación de Empresarios, Carlos Marín, de representantes de la Cámara de Comercio, de la Asociación Provincial de Hostelería, y de las denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas de la provincia. Del mismo modo, ha remarcado la importancia del "trabajo en equipo", agradeciendo la labor de la jefa de servicio Prado Rodado, el equipo del área de Cultura y Turismo, la empresa Beta Comunicación, los trabajadores implicados y los creadores de contenido que acompañan al proyecto dentro y fuera de la provincia.
Pelayo ha cerrado su intervención recordando que Ciudad Real ha batido récord histórico en turismo interior este verano, "resultado del esfuerzo conjunto, el compromiso y la ambición de mostrar al mundo una tierra que merece ser recorrida".
Los tres chefs con estrella Michelin de la provincia de Ciudad Real —Rubén Sánchez Camacho, Miguel Ángel Expósito y José Antonio Medina— han ofrecido en Sevilla una demostración del potencial culinario de la provincia a través de elaboraciones creadas específicamente para esta presentación.
Rubén Sánchez Camacho, del restaurante Epílogo en Tomelloso, ha presentado tres bocados que ha definido como "muy manchegos". El primero ha consistido en un paté de perdiz acompañado de tierras de migas manchegas y piñones. Después ha explicado una propuesta centrada en el queso manchego, maridado con arenques encurtidos y pistacho, un fruto que "está poblando completamente la provincia". Este bocado ha sido completado con un napado de asadillo manchego que ha reforzado su carácter tradicional. Finalmente, el chef ha detallado un risotto dulce de piñones rematado con un crumble de queso manchego.
José Antonio Medina, del restaurante Coto de Quevedo, ha manifestado su satisfacción por poder participar en la presentación y ha recordado que su cocina se basa en la caza, una seña de identidad que siempre ha llevado consigo "dentro y fuera de casa". El chef ha presentado un tataki de caza mayor elaborado con un adobo moruno suave, junto con un bocado inspirado en la caza menor que ha desembocado en uno de los platos icónicos de su restaurante: la perdiz, ejecutada con fidelidad a la tradición y al territorio.
Miguel Ángel Expósito, del restaurante Retama, ha comenzado recordando su origen sevillano, lo que según ha dicho le convierte en "el único sevillano manchego". Expósito ha presentado dos elaboraciones profundamente manchegas, reinterpretadas desde una perspectiva contemporánea. La primera ha consistido en una flor manchega en versión salada, acompañada de un pisto viudo elaborado únicamente con tomate. La segunda ha sido un buñuelo de pato servido con aceites de La Solana y con una mermelada elaborada a partir del propio aceite, acompañado de un puerro encurtido en homenaje a la tradición encurtida de la provincia.
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