Miguelturra celebra la procesión del Santo Entierro bajo la amenaza de lluvia, acortando su recorrido tradicional>> Tres hermandades y bandas musicales protagonizan una noche de devoción y resiliencia en el Viernes Santo Objetivo CLM A pesar de la constante amenaza de lluvia que ha acompañado la Semana Santa, la procesión del Santo Entierro logró desarrollarse este Viernes Santo en Miguelturra, aunque con un recorrido reducido para evitar las inclemencias. Tres hermandades —Santísimo Cristo de la Piedad, Santo Sepulcro y Nuestra Señora Dolorosa de la Soledad— desfilaron en un acto cargado de solemnidad, custodiadas por penitentes, mantillas y acompañadas por bandas musicales. Una procesión adaptada, pero imparable A las 20:30 horas, la parroquia Nuestra Señora de la Asunción abrió sus puertas para dar inicio al cortejo. En primer lugar, salió el Santísimo Cristo de la Piedad, escoltado por su hermandad y la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Piedad. Le siguió Nuestra Señora de las Angustias, acompañada por la Unión Musical Ciudad de Valdepeñas. La hermandad del Santo Sepulcro, tras trasladar al Cristo Yacente desde la ermita de la Soledad por la mañana, procesionó custodiada por los Armaos de Miguelturra, un cuerpo histórico de guardia. El cierre lo protagonizó Nuestra Señora Dolorosa de la Soledad, bajo palio y seguida por mantillas, con el acompañamiento de la Banda de Música Maestro Víctor Sancho de Bolaños de Calatrava. Coordinación contra el temporal El alcalde, Luis Ramón Mohíno, acompañó a las hermandades y al clero durante el recorrido. Para evitar el aguacero que comenzó al finalizar el acto, las hermandades dividieron su regreso: el Cristo de la Piedad retornó a la parroquia, mientras el Santo Sepulcro y la Dolorosa lo hicieron a la ermita de la Soledad. "La anticipación en la entrada a los templos fue clave para preservar las imágenes y la integridad de los participantes", explicaron fuentes municipales. Tradición y comunidad A pesar de los ajustes, la noche reforzó el arraigo de una celebración que une fe, música y patrimonio. Las bandas, los trajes tradicionales y la devoción de los miguelturreños demostraron que, incluso en condiciones adversas, la Semana Santa sigue siendo un pilar de identidad colectiva. "Es un ejemplo de cómo la tradición se adapta sin perder su esencia", destacó un vecino durante la procesión. |
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