La lluvia obliga a celebrar la Procesión del Silencio de Almonacid de Zorita dentro de la ermita de la Virgen de la Luz>> Dos pasos y la banda local mantienen la solemnidad del Viernes Santo pese al temporal Objetivo CLM La intensa lluvia que cayó sobre La Alcarria este Viernes Santo obligó a suspender la Procesión del Silencio en las calles de Almonacid de Zorita, trasladando el acto al interior de la ermita de la Virgen de la Luz. Pese a las inclemencias, las cofradías mantuvieron viva la tradición con una versión reducida, en la que participaron dos de los tres pasos habituales y la Banda de Cornetas y Tambores, cuyo sonido llenó de solemnidad el espacio sacro. Adaptación bajo la tormenta A las 22:00 horas, cuando estaba previsto el inicio de la procesión, la lluvia intensa llevó al párroco Javier García Toledano y a las cofradías a tomar una decisión: celebrar una estación de penitencia abreviada dentro de la ermita. El Jesús atado a la columna, cargado por mujeres de la Cofradía de la Virgen de la Soledad (con hábito negro y capuchones blancos), y el Santo Sepulcro, portado por los 35 jóvenes de la Cofradía del Santo Sepulcro (hábito blanco y capuchón rojo), desfilaron ante los fieles. La Hermandad de Jesús Nazareno, de 42 años de historia, no pudo participar con su paso debido al espacio limitado. La Banda de Cornetas y Tambores de Almonacid, compuesta por 15 tambores, 5 cornetas y dos trompetas venidas desde Valencia desde hace tres décadas, interpretó marchas procesionales desde el coro, añadiendo profundidad emocional al acto. Cofradías y calendario litúrgico El Viernes Santo en Almonacid es, junto al 8 de septiembre (festividad de la Virgen de la Luz) y el Corpus Christi, uno de los hitos espirituales del año. Aunque la Procesión del Santo Entierro no pudo realizarse, el Vía Crucis Matutino se celebró con normalidad. Este Sábado Santo, la Vigilia Pascual —con el encendido de velas y liturgias bautismales— y el Domingo de Resurrección cerrarán los actos religiosos. "Aun con la adversidad, la fe no se detiene. Hoy demostramos que la tradición se adapta sin perder su esencia", destacó un miembro de la cofradía del Santo Sepulcro. La ermita, testigo de siglos de devoción, acogió así un momento histórico: una procesión íntima que, entre redobles y silencios, mantuvo viva la llama de una Semana Santa marcada por la resiliencia y la comunidad. |
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