García-Page exige querellas criminales por acusaciones "muy graves" contra el Gobierno y el PSOE

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha declarado ante los medios congregados a las puertas de las Cortes regionales antes del pleno autonómico, respondiendo a preguntas sobre la actualidad política nacional. Sus intervenciones se centraron en las acusaciones de corrupción contra altos cargos del Gobierno central y el PSOE, así como en la gestión del llamado caso Aldama.

Exigencia de acciones legales

Al ser cuestionado sobre la falta de medidas cautelares contra dirigentes de su partido mencionados en investigaciones, García-Page ha subrayado que "lo verdaderamente importante" es que el PSOE demuestre que "nunca ha tenido gargantas profundas ni juego sucio". Ha insistido en que las acusaciones contra el presidente del Gobierno y el secretario de Organización constituyen "un delito enormemente grave", defendiendo la presentación inmediata de querellas criminales: "No hay otro camino que plantar cara desde el punto de vista de una querella criminal". Según sus palabras, esta acción es necesaria para "proteger el buen nombre de las instituciones" y marcar distancia frente a prácticas inadmisibles.

Crítica al "caso Aldama" y degradación política

Sobre las nuevas informaciones que vinculan a empresarios con presuntas irregularidades, el presidente regional ha calificado el escándalo Aldama como una "bomba de racimo con conexiones por todos los lados", advirtiendo que "esto no ha hecho más que empezar". Ha rechazado tajantemente que el PSOE o el Gobierno central hayan confiado en "gente de esta calaña", y ha lamentado la "degradación sin igual en la política" española. García-Page ha expresado su "sufrimiento como español y como socialista", contrastándolo con la actitud del PP, que a su juicio "sufre solo" sin interés genuino por resolver la crisis.

Defensa de las instituciones

Preguntado sobre la acumulación de casos judiciales, García-Page ha manifestado "confianza en los tribunales de justicia", recordando que el actual Gobierno accedió al poder tras "una sentencia durísima contra el Partido Popular por corrupción". Ha negado cualquier desconfianza hacia la Guardia Civil, la Policía Nacional o el sistema judicial, afirmando: "Las instituciones están funcionando al ritmo que funciona la justicia". En sus declaraciones finales, ha alertado contra la cultura del "vale todo" en política, concluyendo que "el que apuesta por el vale todo termina consiguiendo que nada valga".