Fuentenovilla recupera su Tamborrada con un homenaje sonoro a la Pasión tras un año de espera>> Medio centenar de tamborileros de Fuentenovilla y Mondéjar reviven una tradición única en Guadalajara Objetivo CLM Tras la cancelación en 2024 por lluvias, la VIII Tamborrada de Fuentenovilla resonó este Viernes Santo con la participación de 50 tamborileros locales y de la vecina Mondéjar. Organizada por la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía Virgen de la Soledad —próxima a cumplir 20 años—, la cita consolidó su papel como única manifestación de este tipo en la provincia de Guadalajara, vinculando fe, tradición y patrimonio sonoro. Un ritmo con raíces manchegas El evento comenzó tras el repique del Ángelus en la iglesia de la Asunción, con Isabel Alarcón, miembro de la cofradía, iniciando la llamada a los redobles. Durante una hora ininterrumpida, los participantes ejecutaron el ritmo originario de Tobarra (Albacete), congregándose alrededor de la Picota bajo la atenta mirada de vecinos y la alcaldesa, Montserrat Rivas. La Banda de Cornetas y Tambores de Mondéjar, dirigida por Carlos Pérez, se sumó en un gesto de colaboración interlocal. Al finalizar, los aplausos del público dieron paso al Vía Crucis en la Plaza Mayor, oficiado por el párroco Emilio Esteban. "Es un honor mantener viva una tradición que honra el duelo de Cristo y une a generaciones", destacó Alarcón. Semana Santa en movimiento La jornada continuó con la procesión del Santo Entierro por la tarde, donde la banda fuentenovillera volvió a participar. Este sábado, prevén actuar en Escariche, salvo inclemencias. La programación de Semana Santa en Fuentenovilla incluyó el Jueves Santo la procesión de la Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno hacia la Ermita de la Concepción. El Domingo de Resurrección, la Procesión del Encuentro reunirá a la Virgen y al Corazón de Jesús en dicho templo, antes de su regreso a la iglesia. La Virgen permanecerá en su ermita hasta 2026, cerrando un ciclo de devoción. Legado y comunidad La Tamborrada no solo refleja el fervor religioso, sino también la identidad colectiva de Fuentenovilla. "El sonido de los tambores trasciende lo ritual: es un lenguaje que habla de nuestra historia y resistencia", afirmó Rivas. Con raíces de tres siglos y adaptaciones locales, el evento asegura su continuidad como símbolo de fe y cohesión en la Alcarria. |
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