Desarticulada una red de extorsión sexual que operaba mediante anuncios falsos en seis provincias incluidas Ciudad Real y Guadalajara>> Cuatro mujeres investigadas por utilizar identidades falsas y amenazas para exigir pagos de hasta 1.300 euros Objetivo CLM El Equipo @ de la Guardia Civil de Bizkaia ha desarticulado un grupo criminal dedicado a extorsiones sexuales mediante anuncios falsos en internet, en una investigación iniciada tras la denuncia de un vecino de Barakaldo en 2023. Las cuatro investigadas, residentes en Valencia y con antecedentes similares en un caso, enfrentan cargos por extorsión, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales. Método de captación y coerción La red publicaba anuncios de servicios sexuales en plataformas de contactos. Cuando las víctimas –principalmente hombres– facilitaban sus números de teléfono, recibían mensajes de supuestos “jefes” que exigían pagos por servicios no contratados ni realizados, amenazando con represalias físicas, difusión pública de datos sensibles o consecuencias familiares. Para evadir rastreos, utilizaron 16 líneas telefónicas de prepago y múltiples dispositivos móviles. En el caso inicial, el denunciante transfirió 1.300 euros en cuatro transacciones mediante una pasarela de pago tras recibir amenazas. El análisis financiero vinculó estas operaciones con siete víctimas en Bizkaia, Castellón, Ciudad Real, Murcia, Guadalajara y Almería, según confirmó la investigación del Juzgado de Instrucción nº4 de Bilbao. Fase final y alcance operativo La Guardia Civil identificó patrones comunes con denuncias previas, descubriendo que los receptores de los pagos estaban asociados a otros casos. Las autoras alternaban identidades y tarjetas SIM para dificultar su localización, en ocasiones conformándose con un único pago y en otras reclamando cantidades adicionales. La operación TRABAZONE culminó con la citación judicial de las cuatro investigadas, quienes habrían obtenido beneficios económicos mediante esta “modalidad delictiva muy lucrativa”, según destacaron fuentes policiales. El grupo aprovechaba el temor al escarnio social para forzar transacciones, recurriendo a tácticas de manipulación emocional y presión psicológica. |


































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