Arenales de San Gregorio rechaza unánimemente la macroplanta de biometano proyectada a cinco kilómetros>> Expertos alertan sobre impactos en salud, contaminación del acuífero y especulación urbanística detrás del proyecto Objetivo CLM Los vecinos de Arenales de San Gregorio han mostrado su rechazo unánime a la instalación de una macroplanta de biometano proyectada en el término municipal de Tomelloso, que procesaría 227.000 toneladas anuales de residuos agroindustriales y se situaría a solo cinco kilómetros de sus viviendas. Este domingo tuvo lugar una reunión informativa organizada por la plataforma 'Stop Biometano Tomelloso', que congregó en el auditorio municipal a cerca de doscientas personas, un tercio de los seiscientos habitantes censados en la localidad. El encuentro arrancó con la intervención de Eva Violero, residente en Arenales e integrante de la plataforma, quien agradeció a los vecinos su participación y les pidió que estuvieran "todos a una contra la planta". Violero destacó el carácter "nítidamente apartidista" de la plataforma, afirmando que su "único propósito" no es más que "decir no a este gigante que nos quieren imponer". Expertos alertan sobre riesgos sanitarios y ambientales Durante la reunión, Javier Moreno, licenciado en Ciencias Ambientales e investigador, y David Escribano, ingeniero de caminos con experiencia en construcción de plantas de energía, desgranaron los posibles riesgos que supondría la macroplanta. Ambos expertos señalaron que estas instalaciones son de producción de energía, no de gestión de residuos, y que solo el 5% de los residuos se transforma en biometano, mientras que el 95% restante sigue siendo un residuo (digestato) que necesita un tratamiento posterior que no se está haciendo en otros lugares. Desmintieron que la tecnología sea avanzada y no genere problemas, mostrando estudios del Ministerio de Medio Ambiente alemán y del Imperial College de Londres que demuestran problemas y fugas en este tipo de macroplantas a nivel internacional. En cuanto a la salud, alertaron sobre el incremento de casos de enfisemas y visitas a urgencias por afecciones respiratorias, citando el ejemplo de Casasbuenas (Toledo) donde los vecinos padecen náuseas, vómitos y dolores de cabeza. Preocupación por el acuífero y impacto socioeconómico Respecto al impacto ambiental, los ponentes expresaron su preocupación por la contaminación por nitratos en el acuífero 23 (ya considerado zona vulnerable) por la dispersión de digestato, lo que podría restringir la fertilización a los agricultores. Además, la planta se ubicaría próxima a la dehesa donde las aves esteparias realizan sus paradas migratorias. En el plano socioeconómico, alertaron sobre el daño a la reputación de los viñedos, la depreciación de propiedades urbanas y rurales y la pérdida de población. Los ponentes también denunciaron que detrás del proyecto se encuentra el grupo Azora, un fondo especulador que actualmente no gestiona ninguna planta de biogás en activo y que ha sido sancionado por el Ayuntamiento de Barcelona por mantener vacíos pisos de protección oficial y por la CNMV por ocultar información. Apoyo unánime de la corporación municipal Entre los asistentes se encontraban los siete concejales de la corporación, tanto del equipo de gobierno (PP) como de la oposición (PSOE). El alcalde, Iván Olmedo, envió una carta a su homólogo tomellosero, Javier Navarro, donde afirmaba estar "en contra de que dicha instalación se realice en estas condiciones". El primer edil pedía a su también compañero de partido que tuviera en cuenta la opinión de "la inmensa mayoría de la ciudadanía arenalera", al verse totalmente afectada por el proyecto. Durante el evento, se pudo apreciar la preocupación latente en los agricultores de la zona, que durante diversos turnos de palabras dejaron claro que la macroplanta no es compatible con su modo de vida. |


































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