El presidente de la Diputación de Ciudad Real, Miguel Ángel Valverde Menchero, encabezó este Jueves Santo la procesión del Ecce Homo, una de las más emblemáticas de la Semana Santa capitalina. La institución provincial, como hermana mayor honoraria de la hermandad, participó en el acto junto al subdelegado de Defensa, coronel Juan del Hierro, y representantes municipales, en una muestra de apoyo institucional a las tradiciones locales.
Valverde recibió la medalla de la cofradía de manos de Vivi Mayoralas, hermana mayor de la hermandad, en la plaza de la Iglesia de Santiago, punto de partida de la procesión. "Es un honor representar a la Diputación en un evento que encarna nuestras raíces y patrimonio", declaró el presidente, quien destacó el valor de la Semana Santa como "expresión cultural, artística y económica para la provincia".
Compromiso con el patrimonio y las cofradías
El presidente subrayó que el apoyo de la Diputación se extiende a todas las hermandades y cofradías de la provincia, tanto con recursos económicos como con presencia institucional. "Cuidar este legado es preservar nuestra identidad colectiva", afirmó, recordando que la celebración, además de su dimensión religiosa, atrae turismo y genera oportunidades socioeconómicas.
La procesión, conocida popularmente como "Pilatos", atravesó las calles de Ciudad Real con imágenes cargadas de simbolismo, acompañadas por el fervor de miles de fieles. Valverde resaltó el papel de las cofradías en mantener viva una tradición que "une generaciones y fortalece el tejido social".
Impacto institucional y proyección turística
La Semana Santa de Ciudad Real, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, consolida su atractivo con eventos como este, que combinan devoción, arte y cultura. Valverde recalcó que la Diputación seguirá impulsando políticas que protejan el patrimonio inmaterial, clave para la cohesión de los municipios.
La presencia de autoridades civiles y militares en la procesión reflejó un mensaje de unidad en torno a una tradición que trasciende lo religioso. "Es un ejemplo de cómo las instituciones pueden caminar juntas para enaltecer lo que nos define", concluyó el presidente, mientras las imágenes del Ecce Homo avanzaban entre el silencio y la emoción de la noche ciudadrealeña.
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