El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado este viernes, durante la 16ª sesión plenaria de la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM) en Palermo (Italia), que su Gobierno ha dado de plazo "hasta Navidades" al Ejecutivo central para aplicar las reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura. De lo contrario, avanzó que acudirán a la "ejecución de sentencias, pero ya con la exigencia de responsabilidades".
García-Page, que participó en un debate sobre resiliencia hídrica en el Mediterráneo junto al vicepresidente segundo de la Junta, José Manuel Caballero, confirmó su intención de reunirse con la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen. No obstante, subrayó que "independientemente de que tengan o no prisa en el Ministerio, nosotros vamos a seguir nuestro camino". Aseguró que el Gobierno regional ha presentado un documento "técnico, científico, inapelable" y espera que las aportaciones del Levante español sean también desde ese enfoque y "no político".
El presidente castellanomanchego criticó duramente la gestión histórica del agua en España, lamentando que "durante muchísimo tiempo se ha preferido el agua regalada al agua desalada". Denunció que se "ha multiplicado por 10 las expectativas de un agua escasísima como es la del Tajo" mientras se renunciaba al agua desalada, a pesar de haberse invertido "cientos de millones de euros en fondos europeos" en plantas que "la mitad están paradas". García-Page atribuyó esta situación a una "determinación política clarísima".
Frente a este escenario, se mostró convencido de que en Europa se ha impuesto la consigna del "uso razonable y proporcionado del agua", defendiendo la desalación como "el futuro" y "probablemente el único futuro para buena parte del Mediterráneo". Afirmó que España tiene "suficiente capacidad desaladora instalada" como para no necesitar trasvases, pero "no se hace porque es mejor contar con un agua regalada".
Sobre la reforma de la PAC, otra de sus grandes preocupaciones, García-Page señaló que se está formando un "frente común en toda Europa del Sur y la parte Mediterránea" para defender la Política Agraria Común, la cohesión alimentaria y la soberanía alimentaria. Calificó de "inexplicable" la postura de la Comisión Europea, recordando que las urnas en las últimas elecciones europeas mandaron un mensaje claro de "consolidar y apuntalar las estrategias a favor del campo". Advirtió que "la defensa militar europea no justifica que nos quedemos indefensos en materia alimentaria".
El presidente estuvo acompañado en el cónclave por la directora general de Asuntos Europeos, Nazareth Rodrigo.
































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