Alarma vecinal por una macrogranja de 738.000 pollos anuales a 600 metros de viviendas en Cuenca

Se ha iniciado la tramitación de una macrogranja avícola en El Herrumblar (Cuenca) que, en su fase completa, albergará 123.000 pollos por ciclo y producirá 738.000 aves anuales. El proyecto, presentado inicialmente para 41.000 pollos, admite en su documentación la construcción de tres naves adicionales, lo que triplicaría su capacidad y su impacto ambiental.

Según el estudio presentado, la explotación consumirá 7 millones de litros de agua al año –extraídos de un pozo pendiente de autorización– y generará 5.300 toneladas anuales de gallinaza, un residuo que requerirá gestión especializada para evitar la contaminación de suelos y acuíferos. La instalación, ubicada a 600 metros del casco urbano en una zona declarada vulnerable a nitratos, emitirá amoníaco, metano, dióxido de carbono, polvo y partículas mediante ventilación forzada, aunque el documento no cuantifica estos niveles ni su dispersión hacia áreas habitadas.

La Asociación Pueblos Vivos Cuenca, integrada por 35 localidades y grupos ecologistas, ha alertado de que el proyecto no cumple los requisitos para acogerse a una evaluación ambiental simplificada, ya que supera el umbral de 55.000 pollos que obliga a un análisis más riguroso. “El estudio no cuantifica el amoníaco, principal contaminante para la salud y el medio ambiente, pese a que la exposición a este gas provoca irritación respiratoria, tos y bronquitis incluso en bajas concentraciones”, critican.

El colectivo denuncia además que el documento ambiental se limita a mencionar que se “controlarán” las emisiones sin especificar medidas concretas, y cuestiona la falta de datos sobre el almacenamiento de estiércol –del que no se detalla capacidad ni frecuencia de retirada–. Tampoco se evalúa el impacto acumulado del tráfico de camiones pesados ni la afección visual en una zona rural abierta.

La polémica surge meses después de que RTVE otorgara a Pueblos Vivos Cuenca el premio Escarabajo Verde 2023 en la categoría de “iniciativa civil a favor del medio ambiente”, reconociendo su labor desde 2017 contra la despoblación y el deterioro ambiental.