Desde la oscuridad hacia la luz, el colectivo LGTBIQ+ en España ha recorrido un camino de valentía y resiliencia. En el pasado, la comunidad se enfrentó a una severa represión y a la invisibilidad, especialmente durante la dictadura de Franco. Sin embargo, con el paso de los años y la llegada de la democracia, España ha emergido como uno de los países más progresistas en términos de derechos y reconocimiento del colectivo.
Dentro de los hitos significativos, es importante destacar que en 1978 se inició la despenalización de la homosexualidad, consiguiendo eliminarse definitivamente en 1995 con la derogación de la Ley de Peligrosidad Social. En esa misma fecha se introdujo la figura del delito de odio. Desde entonces hemos presenciado la legalización del matrimonio igualitario en 2005 y; en 2007, la posibilidad de cambiar la mención de sexo en el Registro Civil.
Pedro Zerolo, siendo concejal del Ayuntamiento de Madrid, anunció en 2008 la intención de crear una ley estatal que garantizase la igualdad para aquellos colectivos que sufren discriminación y para luchar de mejor manera y con nuevos instrumentos contra la homofobia, la transfobia, la lesbofobia, el racismo, la xenofobia y el machismo. Sin embargo, la ley no fue una realidad hasta 14 años después de su fallecimiento. En 2022 se aprobó la conocida como “ley Zerolo”, con el doble objetivo de prevenir y erradicar cualquier forma de discriminación y proteger a las víctimas, combinando un enfoque preventivo con uno reparador.
En 2023 se aprobó la Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, que ha marcado un nuevo hito para desarrollar y garantizar sus derechos, erradicando las situaciones de discriminación, con la finalidad de asegurar que en España se pueda vivir la orientación sexual, la identidad sexual, la expresión de género, las características sexuales y la diversidad familiar con plena libertad.
España ha estado a la vanguardia de la inclusión y la igualdad de derechos. La fortaleza del colectivo se refleja en su diversidad y en la solidaridad que muestra la sociedad española, que celebra la diferencia como un valor añadido a su rica cultura.
Sin embargo, surgen nuevas amenazas de retroceso. La ola ultraderechista que recorre Europa también ha llegado a España, poniendo en peligro los avances logrados. La intolerancia y los discursos de odio amenazan con revertir los derechos conquistados, creando un clima de miedo y exclusión.
El Gobierno de España alza su voz
Pero el Gobierno de España alza su voz en defensa de la inclusión y la diversidad. Es crucial enviar mensajes de apoyo y esperanza. Las instituciones deben ser baluartes de protección y promoción de la diversidad, asegurando que cada voz sea escuchada y cada derecho, defendido. La educación en valores de igualdad y respeto es la herramienta más poderosa para combatir la ignorancia y el prejuicio. Porque en España cabemos todos y tenemos los mismos derechos: ahora España ya es otra.
Mirando hacia el futuro, debemos aspirar a una sociedad donde la identidad de cada persona sea motivo de celebración y no de discriminación. El colectivo LGTBIQ+ en España continuará siendo un símbolo de progreso, y juntos, sociedad e instituciones, podemos construir un mañana donde la igualdad sea el pilar fundamental.
Aunque el camino no siempre es fácil, la esperanza y la unidad tienen el poder de superar cualquier obstáculo. Avanzamos con la mirada puesta en un futuro inclusivo y lleno de color para todos. Porque en España, tu identidad es nuestro orgullo y la diversidad, nuestra fuerza.
David Broceño Caminero | Subdelegado del Gobierno de España en la provincia de Ciudad Real
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