Piedrabuena cierra unas Cruces y Mayos de récord con más de 15.000 visitantes y un impacto cultural y turístico en auge Objetivo CLM Piedrabuena ha clausurado con éxito una nueva edición de su emblemática festividad de las Cruces y Mayos, celebrada entre los días 2 y 15 de mayo. Una celebración y tradición declarada de Interés Turístico Regional, que este año ha vuelto a desbordar todas las previsiones, con una afluencia estimada de más de 15.000 visitantes. El Ayuntamiento, por tanto, ha realizado un balance muy positivo, destacando tanto la respuesta del público como la implicación de las asociaciones y grupos locales, y la capacidad de adaptación ante la adversa climatología de estas semanas. Así lo ha señalado la concejala de Cultura, Isabel Herrera, quien ha subrayado que “a pesar de las lluvias que nos han acompañado durante buena parte de la programación, todas las actividades previstas han podido desarrollarse, gracias al esfuerzo conjunto del Ayuntamiento, las asociaciones, las guías locales y los propios vecinos”. “Hemos tenido que activar varios planes B, mover fechas o cambiar espacios, pero el compromiso por no cancelar nada y ofrecer una experiencia completa ha sido firme”, ha añadido. Las cifras refuerzan esa valoración. Unas 15.000 personas han paseado por las 13 cruces instaladas en distintos puntos del municipio, disfrutando de una tradición con siglos de historia, profundamente arraigada en la identidad local. A ello se suman alrededor de 1.800 personas que han participado en las visitas guiadas organizadas a diario, una media de cinco al día, lo que refleja también el interés por conocer más a fondo el patrimonio, el simbolismo y la creatividad que rodean a esta celebración. Perfil del visitante El perfil de los visitantes es también muy significativo. Según ha indicado Herrera, “la mayoría procede de la provincia de Ciudad Real y de Madrid, seguidos por Andalucía, Extremadura, Cataluña, Asturias y País Vasco. Pero lo más destacable ha sido la presencia de turistas internacionales, llegados desde Francia, Bulgaria, República Checa, Reino Unido y Rumanía. Esto nos anima a seguir trabajando por ese objetivo que ya está en marcha desde hace unos años, como es lograr la declaración de Interés Turístico Nacional”. En este sentido, desde hace varios años el Ayuntamiento de Piedrabuena viene desarrollando una estrategia progresiva para alcanzar esa distinción, con mejoras constantes en la organización, promoción y documentación del evento. “Estamos convencidos de que nuestras Cruces y Mayos merecen ese reconocimiento. Estamos cumpliendo todos los requisitos y avanzando con determinación. Es un proceso largo, pero estamos en el camino correcto”, afirma la concejala de Cultura. El éxito de la edición de 2025 no es solo cuantitativo. La diversidad generacional entre los asistentes ha sido otro de los elementos que desde el Ayuntamiento se valora de forma especialmente positiva. “Hemos visto familias completas, personas mayores, grupos de amigos, escolares, visitantes individuales… Es muy bonito ver cómo esta tradición conecta con todas las edades”, señala Herrera. De hecho, se han organizado actividades específicas para centros educativos, como gymkanas didácticas y degustaciones de dulces típicos, con el objetivo de seguir sembrando el interés entre los más pequeños por el valor de esta fiesta. Implicación de los vecinos Un aspecto esencial en el éxito de las Cruces y Mayos es la implicación de los piedrabueneros. “Quiero reiterar mi agradecimiento a todas las asociaciones y grupos que trabajan durante meses para que cada cruz sea única. Ese trabajo no se paga con dinero. El valor que tiene solo lo entiende quien vive las cruces como las vivimos en Piedrabuena”, afirma la concejala. Por ello, desde el Consistorio no solo se respalda con recursos esta labor, sino que también se impulsa su crecimiento futuro. Isabel ha apuntado que “este año hemos contado con 13 cruces, dos menos que el pasado año, pero confiamos en que el año que viene esas asociaciones retomen la actividad. Además, desde el Ayuntamiento ya se han adquirido cinco viviendas que se habilitarán como nuevos espacios expositivos, porque nuestra idea es seguir creciendo: 15, 16, 18 cruces… nunca hacia atrás”. Además del componente cultural y patrimonial, la celebración de las Cruces y Mayos genera un importante impacto económico en Piedrabuena. La llegada masiva de visitantes repercute positivamente en el comercio, la hostelería y los servicios locales. “Uno de nuestros objetivos es que esta fiesta no solo promueva nuestras raíces, sino que también revierta en el desarrollo económico de Piedrabuena. Restaurantes, bares, tiendas, alojamientos y puestos del mercado medieval han trabajado intensamente estos días”, apunta Herrera. La programación de este año ha sido especialmente ambiciosa, incluyendo conciertos, exposiciones, actividades familiares, el tradicional mercado medieval y otros eventos complementarios. Aunque algunos actos tuvieron que ser reubicados por las inclemencias del tiempo, el calendario se ha podido completar casi en su totalidad. Y como cada año, con la clausura de una edición, ya se empieza a pensar en la siguiente. “No terminamos de desmontar una cruz cuando ya estamos imaginando cómo será la del año que viene”, asegura Herrera. La maquinaria ya está en marcha para mejorar lo vivido este mayo, con la mirada puesta en continuar fortaleciendo la fiesta. Piedrabuena, una vez más, ha demostrado que su legado cultural no solo sigue vivo, sino que crece, se proyecta y emociona a quienes lo descubren. Las Cruces y Mayos no son solo una cita en el calendario, sino una expresión del alma de un pueblo. Con más visitantes y más visibilidad, el balance de esta edición es, “sin duda, el mejor punto de partida para lo que vendrá”, ha concluido Isabel Herrera. |
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