El fenómeno de comunicación del personaje Tamara Falcó está rompiendo fronteras y es líder de audiencia en televisiones. Diarios de Reino Unido, Francia y Estados Unidos, entre otros países, fijan su foco de atención en el hecho de su ruptura sentimental. Cabría preguntarse por qué se produce esta atracción mediática a la persona y su entorno desde el punto de vista de la imagen que proyecta, sus habilidades de comunicación y expresión y el manejo de sus lenguajes, el verbal y el no verbal.
Un diagnóstico de comunicación y la observación pormenorizada nos darían las claves de su éxito de difusión en todos los medios informativos. Las tres áreas que marcan el estilo de comunicación de cualquier persona se centran en la voz, la imagen y el lenguaje no verbal. El tono de voz de Tamara es agudo. La elevación que transmiten sus cuerdas vocales corresponde a las vibraciones que producen en nuestro oído esa voz fina y aniñada. La imagen positiva que proyecta acompaña su lenguaje verbal con un rostro agradable, sonrisa permanente, mirada directa y juego constante con los ojos. Su lenguaje no verbal complementa la voz y su imagen. Sus manos y brazos se mueven constantemente para apoyar lo que expresa con la palabra y con el rostro. Todo ello forma parte de su personalidad y define las claves de su destreza para “contar historias”, que da la sensación de que nos está relatando un cuento.
Esas son las singularidades y habilidades de comunicación que hacen que el personaje atraiga y seduzca a las audiencias. El enganche viene a veces por la repetición de frases que quiere remarcar a modo de titulares y que encaja en las entrevistas para dar énfasis al mensaje que procura hacer llegar a los espectadores. Sus silencios y pausas, provocadas o no, juegan un importante papel para fijar la atención del interlocutor y de la audiencia, porque siempre queda la percepción de qué dirá en la próxima frase y cómo lo dirá.
Hay tantos estilos de comunicación como personas y situaciones. La singularidad y originalidad en la forma de comunicar, siempre es favorable para atraer a la cámara y al micrófono. Y el hecho de que a veces determinadas palabras que pronuncia queden veladas por una tenue vocalización, obliga al oyente a afinar el oído para captar las ideas del mensaje que quiere hacer llegar.
Julio García Gómez, docente y experto en habilidades de comunicación, autor del libro “Técnicas de Comunicación Eficaz”, analiza con asiduidad a personajes públicos en diversos medios de comunicación escritos, radios y televisiones.
Agregar comentario