La Virgen del Prado aguarda en su catedral la espera de este día y por lo tanto de su celebración.
El 31 de Julio llega como cada año dando paso a un día lleno de actos, fiesta, conmemoraciones y sobretodo ofrendas con las que los ciudadrealeños obsequian a su patrona.
En esto se encuentra su origen, desde tiempos muy antiguos se agasajaba a la Virgen del Prado con flores y productos del campo, como agradecimiento de los agricultores por los frutos recibidos de la cosecha, siendo éste hoy día el principal acto de La Pandorga.
Este ofrecimiento es precedido de un desfile con trajes regionales por las calles de la capital manchega.
Cabe destacar la figura del Pandorgo. Elegido cada año entre los vecinos de la ciudad es el encargado de presidir las fiestas; representado a su vez, el prototipo de campesino manchego.
También es el encargado de obsequiar a todo el que quiera a degustar la zurra, bebida típica de esta fiesta, y el “puñao” o garbanzos secos.
Además serán seleccionadas para representar a la ciudad una Dulcinea infantil y otra juvenil, acompañadas de sus damas, a las que reconoceremos por su tocado recogido y su falda multicolor.
La fiesta continúa con la verbena en la Playa Mayor mientras que, a su vez los jóvenes llenan los jardines del Torreón hasta altas horas de la madrugada.
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