El agua del grifo es de buena calidad en casi todos los municipios. De las 62 localidades analizadas solo en 7 encontramos contaminantes o residuos de un mal tratamiento al potabilizar, entre ellas se encuentra Ciudad Real
Agua del grifo: ¿podemos estar tranquilos?Objetivo CLM En mayo de 2014, OCU tomó una muestra del agua de la red en hogares de 62 municipios. Se enviaron de forma inmediata al laboratorio para analizar las características propias de su origen (su grado de mineralización y dureza), su calidad higiénica y el nivel de posibles contaminantes. Además de 50 capitales de provincia, había muestras de 12 localidades de mediano y pequeño tamaño, donde los sistemas de distribución y tratamiento suelen ser más precarios, la ley requiere menos controles y en anteriores estudios detectamos problemas de calidad. Los resultados se corresponden a un momento y lugar concreto (el de la toma de la muestra) y sirven como una instantánea de la situación, útil para revelar dónde puede haber problemas, pero de los que no debemos sacar conclusiones apresuradas. Hay que tener en cuenta que la calidad final del agua del grifo depende de cómo se trata para hacerla potable, de la fuente de abastecimiento y también de las instalaciones interiores del edificio. El agua puede cambiar según la estación y los vaivenes de la meteorología (a veces son pantanos, otras manantiales, acuíferos, desaladoras...). Por tanto, no es constante a lo largo del año. Las pruebas se hicieron en plena primavera, un momento en el que el agua abunda y la calidad no debería resentirse por la escasez. SIETE LOCALIDADES CON PROBLEMAS De las 62 muestras recogidas, solo en siete de ellas hay deficiencias que, sin ser tan graves como para que el agua no sea potable, requieren medidas de corrección: Ciudad Real: detectamos trihalometanos (99,7 mg/l, rozando el límite que está en 100 mg/l). Con cualquier pequeña variación del agua, podría superar el límite y dejar de ser apta para su consumo. Los trihalometanos son sustancias que resultan de la combinación del cloro con la materia orgánica del agua durante la potabilización del agua. El problema no es nuevo en esta ciudad, que ya superó el valor límite 100 en 2002 y 2005 y se aproximó en 2009. Además, no hay justificación, ya que los trihalometanos son fáciles de evitar colocando filtros adecuados en las plantas de tratamiento o mejorando la filtración de la materia orgánica. Lebanza: presencia de E. Coli, indicador de contaminación fecal y reciente, porque sobrevive poco tiempo en el ambiente. Además algunas cepas son potencialmente patógenas. El agua de esta localidad además superaba los máximos en otros indicadores, lo que evidencia una calidad del agua muy deficiente cuando hicimos el muestreo. Arándiga: el recuento de microorganismos aerobios y coliformes fue muy elevado. Repetimos la toma de muestras y los resultados se confirmaron. La presencia de estas bacterias revela mala higiene y una mayor probabilidad de que haya bacterias perjudiciales para la salud. Barcelona, Huelva y Logroño: presencia elevada de microorganismos aerobios Los aerobios revelan mala desinfección del agua, pero la contaminación puede proceder de la planta de tratamiento o de cualquier punto del recorrido, incluidas las tuberías de la vivienda. |
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