Convocadas por la Asociación de Mujeres de Trillo, se dieron cita en el local municipal de la calle Jardines para intercambiar patrones y nuevas ideas sobre esta disciplina que confecciona diferentes objetos uniendo trozos de tela.
La Asociación de Mujeres de Trillo ha concluido su segundo año de clases de Patchwork organizando un nuevo y exitoso encuentro de esta técnica de costura, originaria del estado norteamericano de Pennsylvania, en la que sus artesanas confeccionan casi cualquier cosa simplemente uniendo fragmentos de tela de diferentes colores.
El Ayuntamiento de Trillo cedió a la Asociación el local de la calle Jardines para la organización del Encuentro, en el que se dieron cita 72 artesanas venidas de la capital provincial, Alcalá de Henares y diferentes localidades cercanas a Trillo, además de las dieciséis alumnas ribereñas que siguen las clases durante el invierno y algunas otras integrantes de la Asociación que no tienen el tiempo suficiente en el día a día para las clases, pero sí interés por el Patchwork. También tuvieron representación en el encuentro dos tiendas de Patchwork de Guadalajara, Lola Botona y Trapunto.
La jornada comenzaba a las diez de la mañana del sábado. Por cortesía de las anfitrionas, todas las participantes disfrutaron del desayuno. Después, y a lo largo de todo el día, las artesanas expusieron los bellos objetos en los que han trabajado a lo largo del año. Además, y como es habitual en este tipo de encuentros, entre todas tejieron dos mantas que fueron sorteadas después de la comida en el Mesón de Trillo. Fueron las socias quienes se encargaron de preparar los patrones y recortarlos para, entre todas culminar el trabajo.
Rosario Sánchez ha sido de nuevo la monitora de las clases trillanas de Pachtwork, y principal artífice del encuentro. Este año se han centrado en la aplicación de tela sobre dibujos y patrones “a puntada escondida”, explica, y en la elaboración de pequeños objetos como “cojines, sujeta-puertas o figuras de animales magníficamente rematadas”. Rosario se mantiene al día acudiendo a ferias como la de Sitges, sin duda la más importante de España. “De allí me traigo ideas y patrones que luego aplicamos en las clases”, resume.
Almudena Castillo, la presidenta de la Asociación de Mujeres de Trillo, destacaba también el aspecto social del encuentro. “Cada una muestra lo que sabe y lo comparte, de manera que el intercambio nos beneficia a todas, pero sobre todo a nivel humano, la experiencia es muy gratificante, porque conocemos a otras artesanas con las que establecemos relaciones duraderas”, termina.
Agregar comentario