Amor, desamor y dolor…
Vivir día a día sin tiObjetivo CLM - Pedro Manuel M. Cencillo - Grafismo. Yurena Gutiérrez Que dolor más profundo siento al ser consciente que tengo que comenzar a salir de dentro de ti, que aunque nunca hubo nada, pero lo fuiste todo, y ahora levantarse y caminar sabiendo que no me acompañas está siendo muy difícil, dicen que el tiempo lo cura todo pero esta agonía está durando demasiado, quizás porque los sentimientos eran puros, sinceros y fuertes, no logro calmar esta ansiedad, y más cuando no te siento cerca, cuando no sé nada de ti, tengo la sensación real de que me falta el aire, no sé si irme lejos, desaparecer, o refugiarme en no sé qué, porque ya nada me calma. Sé que me estoy volviendo loco y que esto no acabara bien, pero loco de recuerdos; no sé cómo afloro este sentimiento que me presiona el pecho y está dañando los latidos de mi corazón, una conversación después de ver una lista de nombres para una merienda, otra conversación mientras hacía ejercicio, o las malditas coincidencias que me hacían ilusionarme a la vez que confundirme, pero recuerdo especialmente aquella mañana, muy temprano, fruto del destino, algo tan natural como encontrarnos citados para una analítica de sangre, y allí estabas tú, como esperándome con tu sonrisa, buscándonos con la mirada que sin hablar consolaban nuestra espera, nuestras ganas de no separarnos, habíamos comenzado juntos el día y queríamos que se parara para terminarlo, así comenzó todo, o solo fuera fruto de ser siempre yo quien da más de lo que recibe, aunque en este caso, fue reciproco aunque quizás con diferente sentimiento, porque no puedo creer que después de tanto cariño y complicidad, no haya habido nada, y que tus ojos me miraran diferente a como miraban los míos, no puedo creer que jamás hayas sentido nada. No siento consuelo para tanto dolor, no sé cómo expresar algo tan íntimo que sale de tan dentro del alma, y después de todo no sé con qué fuerza me levanto cada día, sabiendo que para dormir tengo que mirar una foto tuya, al igual que para poner el primer pie en el suelo al despertar, es complicado aparentar fortaleza cuando se vive con el alma roto de dolor, no sé si compartirlo me hace más débil, más humano o más gilipollas, porque ya ni esto me consuela, quizás tenga que comenzar a tomar decisiones, sacar fuerzas de donde no las hay, o incluso plantearme o replantearme muchas cosas, lo que si tengo claro que esto marca mi carácter, mi comportamiento, deja un poso duro que afecta a todo, y que lleva meses afectando a cómo enfrentarme a todas las situaciones y relaciones, ya que el poso es de daño y dolor, difícil de superar, y que al final el tiempo solo lo enmascara. |
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